Si pretendiera ser político
Señor director:
Política es la búsqueda del bien común. Su etimología Polis: la ciudad y su bienestar. Se me asocian a este inicial concepto otros como fruto de mis estudios teológicos. Derecho fundamental primario que condiciona muchos aspectos sociales: “La tierra y cuanto contiene es para el uso y bienestar de todo el género humano”. Todo ser humano llega a este mundo con el derecho de encontrar en esta tierra su bienestar.
De ahí se desprende que “la propiedad privada de un bien como un terreno no es un derecho fundamental, sino que es un derecho secundario que debe cumplir una función social como dar trabajo y empleo y producir bienes”. Por eso “es legítima la expropiación cuando estas propiedades no cumplen dicha función social”. Y esto es de derecho natural y no forma parte de ninguna ideología. Se afirma que “en caso de extrema necesidad un ser humano puede tomar para sí lo que necesita”, sin que esa acción pueda ser declarada un robo.
Este bien común (política) exige que todo ser humano reciba la educación pertinente que lo habilita para cumplir un trabajo y hallar así la solución de sus necesidades. Por otra parte, “lo superfluo, lo que a una persona le sobra después de satisfacer sus necesidades”, no le pertenece, sino que debe ser para las necesidades de otros seres humanos. Nos sobra comida en casa, por Dios, no la botemos, compartamosla. Todo esto basado en que “el bien común es prevalente frente al bien particular”.
De estos días: 1. Cómo está de mal la política colombiana que la elección de un magistrado de la Corte Constitucional trae alegría a la oposición y tristeza al Gobierno. Seguramente más adelante, otra elección traerá alegría al Gobierno y tristeza a la oposición. Como si un magistrado de la Corte Constitucional no tuviera que ser imparcial y defensor de lo constitucional. Por eso afirmo que las ideologías políticas ya no sirven. 2. Duele una reforma tributaria en Colombia, sin que haya una estrategia gubernamental válida de honradez política. El sueldo de un congresista, 52 millones mensuales, es dada la situación del país una corrupción legal. Bajarlo es una calidosa reforma tributaria.
Alirio de los Ríos Flórez