Se impone acuerdo básico
Señor director:

“Aceptar como acuerdo básico que el camino de la muerte, del desangre y el dolor es equivocado. Dicho de otro modo: rechazar la violencia como herramienta para conseguir el cambio social”, es un pensamiento y acción que familias y empresas esperan de todos los que hoy promueven la violencia, que muy en el fondo es la sabia respuesta a aquellos que siguen creyendo torpemente que “la violencia es la partera de la historia”, que ignora y desconoce maliciosamente al desarrollo científico y tecnológico de todo orden. No se debe olvidar nunca, que la Constitución y las leyes tienen que ser respetadas por los seres humanos que viven en Colombia. Y el Estado pendiente de que así sea.
Rogelio Vallejo Obando

Festín de precandidatos
Resulta exorbitante el número de precandidatos a la Presidencia de la República, hasta ahora se acerca a los 100; esas son las gracias de la democracia, de las que muchas personas abusan y por eso estamos en el festín de aspirantes. El calendario electoral de la Registraduría tiene programada la jornada de elección presidencial en primera vuelta para el domingo 31 de mayo de 2026.
Somos muchos los ciudadanos que queremos una elección sin tantos candidatos. El ideal sería con un candidato opositor al sistema de Gobierno de Gustavo Petro; otro de las toldas del actual gobernante y de uno a tres como aspirantes de otros movimientos políticos.
Si bien la Constitución establece que en términos muy generales cualquier ciudadano en ejercicio puede ser candidato a la Presidencia de Colombia, en la contienda política presente el número de aspirantes, en calidad de precandidatos, es excesivo y contribuye a que los votantes se confundan.
Es que a muchos de los precandidatos que conforman la numerosa lista de aspirantes todo parece indicar que solamente les interesa figurar. La verdad no tienen la experiencia para dirigir una nación y tampoco pertenecen a ningún movimiento político. Es por eso que la mayoría de precandidatos buscan la inscripción legal mediante la modalidad de recolección de firmas.
Ahora lo que se presenta es una confusión electoral y los mayores de 60 años anhelamos las épocas de antes en que las disputas por la silla presidencial no eran con tantos candidatos.
Los precandidatos deberían tener en cuenta una de las frases célebres y rotundas de Winston Churchill, el político británico y Primer Ministro durante la Segunda Guerra Mundial, quien en su oportunidad aseveró que “el problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes”.
Jorge Giraldo Acevedo

Salamina bicentenaria en acción
El viernes 5 de septiembre se vivió en el Teatro Los Fundadores un espectáculo musical tan majestuoso como creo no se ha vivido uno semejante en muchos años. Lo lamentamos por quienes no pudieron asistir o por algún motivo no tuvieron noticia anticipada de su realización. Se trató de la celebración de los 100 años de la llegada de la Compañía de Jesús (los jesuitas) al viejo Caldas.
El espíritu, corazón e inteligencia que inspiraron la concepción, construcción y ejecución de esta celebración, digna de los escenarios más selectos del arte, fueron los del joven sacerdote jesuita salamineño Luis Guillermo Sarasa Gallego.
El propio S. J. Luis Guillermo y el maestro Victoriano Valencia, fueron los compositores de las dos suites que conformaron la columna vertebral de esta conmemoración. Los directores invitados (Luis Guillermo Vicaría, Huverney Cristancho, Guillermo Ramírez, Holver Mauricio Cardona, Leonardo Marulanda); los músicos invitados de la Orquesta Sinfónica de Caldas, el Colegio San Luis Gonzaga, la I.E. Neira, la I.E. Villamaría;lo mismo que la Coral Santa María, el Coro de Cámara de la Universidad de Caldas “Umbra” y el grupo Gaitas y Tambores, le prestaron su cuerpo y alma a las creaciones de los dos compositores.
Otro joven y talentoso actor, también jesuita, terminó de atrapar la admiración de todos los espectadores con un cautivante, ágil y sentidísimo monólogo. No le faltó razón al provincial de la Compañía de Jesús en Colombia, padre Hermann Rodríguez Osorio, cuando dijo que algo tan conmovedor y maravilloso era sólo comparable con un milagro (esta vez obra de un joven religioso salamineño).
Me alegró por Salamina, pues nutre con hechos de hoy la esperanza de que el pasado glorioso del cual tanto nos hemos enorgullecido y envanecido durante la conmemoración del bicentenario, se vea de algún modo continuado y renovado. La historia de Salamina no puede ser reducida a la conservación y promoción turística de su patrimonio arquitectónico.
Brillantes académicos salamineños de otrora, como el médico, historiador y filólogo Emilio Robledo Correa, dos veces rector de la Universidad de Antioquia; o como el médico internista Pablo Elías Gutiérrez, profesor, decano y rector de la Universidad Nacional de Colombia, y jóvenes como el teólogo Luis Guillermo Sarasa, nos enseñan cómo es que se construye la grandeza de un pueblo.
Jorge Octavio López, un salamineño esperanzado.

El origen de la familia
Este es un tema complejo, sin un punto de origen único, pero se entiende que la familia surge de la necesidad humana de organización social para la supervivencia y la reproducción. Desde una perspectiva antropológica, la familia se consolida con la institución del matrimonio y las alianzas entre grupos, mientras que etimológicamente la palabra proviene del latín “famulus”, que designaba a los sirvientes en la antigua Roma. En la historia, se han estudiado diferentes modelos familiares, destacando el análisis de Friedrich Engels sobre cómo la propiedad privada influyó en la monogamia y la estructura familiar.
Desde lo antropológico, Claude Lévi-Strauss sostiene que el matrimonio es la institución fundamental que da origen a la familia, creando un vínculo social entre dos grupos a través de la unión de un hombre y una mujer con sus hijos.
En sentido biológico y social, el ser humano es un mamífero social que vive en comunidad. Los primeros grupos de parientes se formaron para asegurar la supervivencia, la protección contra depredadores y el cuidado de la descendencia.
En cuanto a lo histórico y evolutivo, a lo largo de la historia, la familia ha evolucionado desde formas de unión conyugal comunal hasta la pareja estable y, posteriormente, la familia monógama. La evolución del sistema de alianzas ha ido de lo grupal a lo singular y de lo matrilineal a lo patrilineal.
Alvaro Alzate Ussma

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