Múltiples estudios nos han demostrado los enormes beneficios que tiene un abrazo, desde reducir el estrés negativo hasta estimular el sistema inmune.
Los humanos necesitamos abrazar y ser abrazados porque, a diferencia de otros mamíferos, tardamos mucho tiempo a comenzar a andar y ser independientes. El tacto es una necesidad emocional básica, por lo que es absolutamente normal sentirnos mal cuando pasamos un período de tiempo más largo de lo habitual sin tener contacto físico, esto puede impactar nuestra salud emocional, de allí que un buen abrazo nos ayude a sentirnos protegidos, según la profesora de neurociencia y comportamiento de la Universidad John Moores, de Liverpool, Susannah Walker, durante el primer año de vida estamos predispuestos biológicamente para buscar contacto físico y garantizar nuestra supervivencia y nuestro cerebro a desarrollar los vínculos afectivos. Un abrazo de un ser querido modifica la respuesta del cerebro y estimula hormonas del bienestar como:
· Serotonina: Nuestro antidepresivo natural que mejora el estado de ánimo reduce la ansiedad y disminuye la sensación de soledad.
· Oxitocina: Es la hormona del amor que reduce el estrés negativo y mejora la salud del corazón. También ayuda a perder peso, baja la presión arterial, aumenta la libido, y nos da una sensación de bienestar.
· Dopamina: Es la hormona del placer que hace que las personas disfruten.
¿Cuánto dura el abrazo perfecto?
10 segundos abrazando un ser amado, incluida una mascota, ayuda al cuerpo a combatir infecciones, reduce la tristeza y disminuye el cansancio.
Un abrazo de 20 segundos reduce los efectos nocivos del estrés negativo, reduce la presión arterial y ayuda a tener un corazón sano.
Según el Advanced Telecommunications Research Institute International de Japón, los adultos necesitamos cuatro abrazos durante el día para tener bienestar emocional, y si somos niños la idea sería abrazarlos entre diez y doce veces por día. Más allá de la cálida sensación del abrazo, los cambios en la oxitocina revelan que es una excelente practica para promover la salud mental, ya que cuando este neurotransmisor se eleva tenemos mayor calma, dormimos mejor y en general tenemos un mayor bienestar emocional.
En tiempos de incertidumbre como los que atravesamos, un abrazo se convierte en un oasis de calma y seguridad, es el instante en el que le transmites a tu mente que no hay nada que temer y que no estás solo, lo cual hace que tu sistema parasimpático encargado del bienestar y la reparación de tu organismo se active y con él se reduzca la cantidad de cortisol que hay en tu sangre y sientas esa agradable sensación de calma.
Y si todo lo anterior no es suficiente para promover los abrazos a nuestros seres queridos, todavía hay un punto más, recientes investigaciones en psiconeuroinmunología demuestran que abrazar puede aumentar las defensas, mejorar la resistencia ante los virus y mantener el sistema inmunológico en muy buen estado, además de actuar como calmante en personas que padecen dolor crónico como la fibromialgia.
¿Cuándo fue la última vez que te diste un abrazo?
En tiempos de pandemia en los que no siempre es posible abrazar a alguien más, es posible acudir al auto-abrazo, para algunas personas puede sonar un poco incómodo, pero sus resultados son bastante interesantes ya que tiene casi los mismos beneficios que abrazar a alguien más, con la ventaja de estimular la conexión profunda contigo mismo y como dice la Doctora Kristin Neff estimular la autocompasión como vía para aceptarte y reconocer el gran valor que hay en cada persona.
Por lo tanto, si el abrazar tiene tantos beneficios recuerda hacerlo de una manera más frecuente y natural.
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