A esta hora, el 5 de agosto de 1945, había movimiento en un enorme arsenal: se escuchaba el martilleo y el sonido del soldador sobre el aparato que se miraba con orgullo: ya está listo, dijo alguno.
Parecido a un recipiente de gas, el aparato fue colocado en el vientre metálico del avión de guerra “Enola Gay”: era la bomba atómica de 20 kilotones que en la mañana siguiente, el 6 de agosto, sería lanzada con furia sobre la población de Hiroschima.
A 9.000 metros de altura el avión soltó la inmensa y mortífera bomba que explotó a 600 metros del suelo; en un perímetro de 500 metros alrededor todo queda destruido, la ciudad entera arrasada; unas 75.000 personas mueren en el lugar pero con el paso de los días las víctimas se duplican.
La bomba fue llamada “Little boy” significaba un “pequeño y veloz muchacho” que llenó de terror al mundo con su mortífera arma; lo que parecía imposible apareció: matar en nombre del poderío bélico y económico a cantidad de personas inocentes.
Alguien anotó años después que algún poderoso había propuesto trabajar para inventar un arma más fuerte que matara mucha gente, pero sin hacer daño a las construcciones; se trataba de aniquilar seres humanos, vivientes de la tierra pero sin destruir casas, edificios, centros de comercio y recreación: en desfalco ético sin precedentes, una planeación fantasmal y macabra.
Me llamó la atención lo comentado por algún pensador en estos días: ¿y esta pandemia actual, este covid 19, no será acaso la puesta en realidad de tan fatal pensamiento?... ¿estaremos suprimiendo seres humanos, pero con total respeto a la tierra y sus construcciones colosales?
Me niego a aceptar esta opinión, pero sí me parece que con valentía debemos hacer cara a este virus sorpresivo y moral, que así como Hiroschima y Nagasaki resurgieron audaces, así nosotros debemos mostrar responsabilidad social, solidaridad fraterna y unidad con el esfuerzo universal para derrotar esta pandemia.
Me parece que estamos invitados a buscar con sabiduría: la humana y la que nos llega de Dios. Camino en serenidad y valentía.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015