Un problema grave en Colombia es la desprotección en seguridad social. Las causas son muchas: millones de trabajadores al rebusque, campesinos que trabajan su minifundio sin cotizar, patronos abusivos que evaden el pago de las prestaciones y la afiliación a la seguridad social. El tema pensional es uno de los principales problemas sociales y económicos del país: por justicia social y por cuentas macroeconómicas. Lo más grave es la gran cantidad de personas que no obtienen la pensión de jubilación.
Como si esto no fuera suficiente, a quien quiere cumplir con la ley laboral se le ponen infinidad de obstáculos en el camino de la afiliación a la seguridad social, lo que puede llegar a constituirse en denegación de un derecho, figura que ha tratado con suficiencia la jurisprudencia de las cortes. Afiliar a un solo trabajador puede convertirse en un verdadero vía crucis, y muy posiblemente muchos empleadores desisten en el camino, quedándose patrono y trabajador en el peor de los mundos.
En octubre pasado debí contratar a una persona para una labor permanente. Ya tenía familiaridad con los procedimientos. Como estamos todavía en pandemia, veía como una facilidad que todo se pudiera adelantar de manera virtual. Aquel que haya hecho estos trámites sabe que debe comenzar por la afiliación a EPS. El trabajador venía de régimen subsidiado, por lo cual debía pasarlo al contributivo, además él quería pasarse a otra EPS. Las primeras dos semanas se me fueron llamando al call center de la EPS y esculcando en la página de internet del gobierno en la que se adelantan estos trámites. Me di por vencido y tuve que llamar a un querido amigo que trabaja en la EPS escogida, le conté de la muralla que tenía ante mí y cómo no había avanzado nada en dos semanas. Él encomendó a alguien para que me acompañara en el proceso. El asesor me dijo que lo primero que había que hacer era pasar al trabajador del régimen subsidiado al contributivo en la EPS en que todavía estaba y luego sí solicitar el traslado. Realicé las gestiones ante Asmet Salud, llenando formularios y anexando cantidad de documentos, pero para nada, a los días me contestan que no ofrecían servicios en el municipio donde trabajaría el empleado. Lo curioso es que desde el principio sabían dónde laboraría. Entonces procedí a solicitar el traslado desde Asmet Salud a la EPS escogida. ¡Dos meses! Dos meses se demoraron para permitir el traslado. ¿La razón? Termina siendo prosaica: mientras más retengan un afiliado por régimen subsidiado, más dinero ganan. Mientras tanto patrono y trabajador corren graves riesgos y no ejercen derechos. Solo el 1 de enero se hizo efectiva la afiliación a la EPS escogida.
El camino pedregoso siguió con la ARL - riesgos laborales. Después de espulgar la página de internet de la aseguradora y de perder un buen número de llamadas al call center, acudí a un amigo que trabaja en esta entidad. Me acompañó en el llenado del formulario, pues como todos estos formularios tenía partes sinuosas y poco asertivas. Primero debí inscribirme como empleador, para luego de más de una semana pasar a la inscripción del trabajador. En este punto quedaba pendiente la caja de compensación familiar, para el caso CONFA de Caldas. Nuevamente inscripción primero del empleador, la cual me devolvieron por ‘mal diligenciada’ pues no había llenado ‘fecha de creación de la empresa’ e ‘inicio de actividades’, así como ‘actividad de la empresa’: ¿Acaso a una persona natural le aplican estas preguntas? Llamé y me dijeron que escribiera la fecha de inicio de labores del trabajador. Más formularios a llenar, más maniobras de edición de archivos PDF, copiar, pegar, guardar, etc. Una vez aprobada la afiliación a ‘empresa’ procedí a afiliar al trabajador; a los cinco días hábiles debería estar afiliado, han pasado 8 y sigo esperando.
Queda un sabor amargo y mucho cansancio luego de dedicarle tanto tiempo a algo que debe ser sencillo. Es un absurdo, se quiere cumplir con la ley, pero hay infinidad de obstáculos para hacerlo.
De remate, este absurdo da origen a unas mafias que se denominan ‘agrupadoras’, que engañan a trabajadores y empleadores haciéndoles creer que hacen todas estas gestiones y a menor costo, pero lo que realmente hacen es robarles su dinero y dejarlos sin seguridad social.
¿Será posible que cumplir la ley sea un poco más fácil?
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