Aunque éramos pocos los espectadores en la sala y al comienzo los problemas con la imagen no nos permitieron ver los subtítulos de la traducción de los diálogos que se desarrollaban en la lengua emberá, esto no nos impidió apreciar la importancia del documental Wërapara, que en emberá describe a las mujeres diferentes o mujeres trans, uno de los personajes explica la palabra de manera muy bonita en el documental, pero yo no me atrevo a parafrasear, porque no creo que lo pueda hacer bien. El recorrido de estas wëreparás a través de su vida, del mundo y de su comunidad, nos permite ver una realidad que no es nada fácil, pero ellas han logrado conquistar un espacio de respeto para sí mismas.
El documental se cuenta a través de las vidas de seis mujeres trans de la comunidad Emberá Chamí, los paisajes también son protagonistas en este relato, pues las montañas se ven majestuosas, una naturaleza rica y abundante, con la cual estas mujeres guardan una profunda relación espiritual y laboral; ellas cultivan la tierra y hacen gala de su fuerza para abordar trabajos duros. Uno de los personajes habla del amor que tiene por sus cultivos; agradece poder sembrar y luego comer lo que ella misma ha visto crecer y ha cuidado, hace la reflexión de cómo en las ciudades todo lo que se come es comprado, mientras en el campo se alimentan de lo que ellas mismas cultivan.
Marcela, Jaima, Gina, Alexa, Roxana y Pamela cuentan cómo fue su proceso para aceptar su identidad de género y a su vez la manera en la que les contaron a sus familias. Algunas de ellas recibieron castigos físicos, a otras las echaron de sus casas, otras simplemente se fueron a vivir su vida y regresaron muchos años después a reencontrarse con sus raíces y su gente. La mayor de todas, Marcela, vive con su pareja dentro de la comunidad, llevan 23 años juntos. 
Otro de los aspectos a destacar sobre el documental es la relación de estas mujeres con la artesanía, se ven hermosos trabajos en cerámica elaborados por algunas de ellas y lo que a todas las une y que fue el inicio o la semilla de este documental: el tejido artesanal que todas ellas elaboran con chaquiras. Ellas se reúnen a hacer sus tejidos alrededor de una mesa y esos objetos ya han logrado romper barreras geográficas y las llevaron hasta Londres, en el 2019, gracias al trabajo en conjunto con otra mujer, Laura Laurens, una diseñadora de modas que ha incorporado en su trabajo las piezas que elaboran estas artesanas de la comunidad Karmata Rúa.
Este documental nace a partir de la sensibilidad de otra mujer, la directora Claudia Fischer, quien logra contarnos la historia de estas wërepará Emberá-Chamí de una manera veraz, que refleja la autenticidad de los personajes, nos cuenta no sólo su proceso sino el de sus familias para aceptarlas; aparecen madres, abuelas, hermanas mayores dando su testimonio. En una de las escenas uno de los personajes hace un recuento de muchos nombres de personas de su comunidad que perdieron la vida en ese proceso de expresar su verdadera identidad sexual. 
A mí me gustó el documental, lo recomiendo si se quiere ver un buen testimonio de un tema aún difícil de afrontar en nuestra sociedad, sobre el cual es necesario tener respeto y aceptación.