Cada día que pasa, el presidente de la República está más irascible, incendiario y amenazante, como se ha podido observar en las últimas intervenciones públicas, incluida la de la semana pasada en el lanzamiento a la campaña en la presentación de la consulta popular ante el Senado, que más bien se debe llamar como la “mini reelección”. Que está promocionando sin estar aprobada, conformando comités por el “sí” en todo el país.
Promoción que está realizando con recursos públicos, que según se dice están siendo administrados entre otras, por las comunidades indígenas y juntas de acción comunal.
Todo apunta a que con estas elecciones Petro gana con cara y con sello.
Si le avalan su convocatoria en el Senado, desplegará toda su experiencia y capacidad política para que los electores se la aprueben, con lo que pretende posicionarse políticamente y así conseguir una alta representatividad en las elecciones para el Congreso y nombrar al próximo presidente.
Si se la niegan, declarará a los congresistas enemigos públicos y se victimizará, algo que sabe hacer muy bien, con lo que procurará aumentar el apoyo popular para lograr su objetivo electoral.
Además, en caso de que se le niegue su proyecto, jugará otra carta: la de promulgar un decreto-ley, sustentado en argumentos descabellados, mediante el cual convocará su consulta popular. Propiamente quieto no se quedará.
También corre el riesgo de que los electores no le aprueben su consulta, ya sea porque no alcance el umbral o porque se la nieguen. Al final, de todas maneras, quedará tranquilo, porque la campaña le servirá para posicionarse políticamente.
No está nada fácil el momento político que estamos viviendo los colombianos, especialmente los senadores. Si éstos, atemorizados por los ataques, aprueban la convocatoria a la consulta, Petro los ignorará y la ciudadanía les reclamará por esta cobardía.
Si la niegan, Petro procurará acabarlos atacándolos agresivamente, como lo ha estado haciendo últimamente con algunos congresistas.
Creo que lo mejor, ante este panorama, sería enfrentarse a Petro; aplazar el momento no es la mejor opción. Tarde o temprano, los congresistas opositores y el país en general sufrirán las graves consecuencias de la continuidad de las políticas de Petro, tal como sucede en Venezuela.
Ante la incertidumbre que estamos viviendo, una opción es consultar a los astros.
Mauricio Puerta es un reconocido astrólogo, que entre otros, ha sido consultado en su momento por muchos expresidentes del país.
Recientemente, en una entrevista publicada en la revista Bocas del periódico El Tiempo, advirtió claramente que no es un adivino, pero que ha sido muy acertado como astrólogo.
Sobre el presidente Petro manifestó:
“Él sube al Gobierno con Júpiter en Aries, y como él es Aries y el 2022 era el año de los Aries, ganó. Ya subió donde quería, pero ahora el que viene a Aries es Saturno, a preguntarle qué ha hecho, porque Saturno es la ley. No es lo mismo subir con Júpiter que bajar con Saturno. La culminación del Gobierno será tenaz, porque Saturno en Aries es caída. No es nada agradable tener a Saturno encima, y Petro va a tenerlo hasta abril del 2028. Al ser Aries, está regido por Marte, el dios de la guerra, entonces él se autodestruye. A partir del 25 de mayo, vendrá la etapa más dura de su Gobierno”.
Pueda ser que de darse esa “autodestrucción”, no se vaya a destruir también el país.