El hecho que haya sido derrotado en las urnas por la coalición Guido-Lizcano en el 2019 para que eligieran a Velásquez como gobernador no me quitó la objetividad para reconocer, siendo diputado de oposición, los extraordinarios resultados de la Industria Licorera de Caldas en los últimos 6 años. “Resultado mata carita” y por eso cuando algunas personas me incitaban a que le hiciera control político a la ILC les respondía “muéstreme las pruebas de lo que están haciendo mal y yo hago las denuncias, porque las cifras son contundentes”. La empresa en el 2015 tenía una utilidad de $2.800 millones y empezó a crecer hasta lograr en el 2022 una utilidad de $60.000 millones. Ha lanzado más de 10 nuevos productos en los últimos 6 años, que representan más del 40% de las ventas; eso sí es una muestra de innovación. En la categoría de rones pasó de tener el 34% al 60% de participación de mercado, y en la de aguardientes pasó del 7% al 14% de participación. Además, ha invertido más de $70.000 millones en tecnología y mejora de procesos.
Todo lo anterior se logró gracias a lo que “yo mismo”, en su momento, critiqué en campaña, y fue el acuerdo político que hicieron para que Luis Carlos no metiera las narices en la ILC. Así esto me pareciera espantoso, fue lo que permitió continuar la ejecución de una estrategia corporativa y competitiva que dio sus frutos. Es por eso que esta Gobernación el único logro que obtuvo fue el desempeño de la ILC, donde hasta después de los resultados de las elecciones, (el actual gobernador Velásquez) no le había metido la mano. A los caldenses nos vendieron la idea de que las gerencias y jefaturas de la ILC fueron seleccionadas mediante rigurosos procesos técnicos para cumplir los perfiles indicados de cada cargo. Esto lo pude constatar como diputado al analizar la trayectoria y experiencia de los cargos claves de la compañía. También nos vendieron la idea de que existía un “Gobierno Corporativo” con una Junta independiente, con experiencia técnica y criterio para evitar que el gobernador de turno hiciera politiquería y clientelismo como en antaño.
Lo anterior me lleva a preguntar ¿dónde está el Gobierno Corporativo de la ILC? Los señores miembros de la Junta Directiva: Gabriel Hernán Ocampo Mejía, Alfredo González Villegas, Iván Giraldo Jaramillo, Jorge Eduardo Arango Henao, ¿están de acuerdo con las decisiones que se están tomando en la compañía después del día de las elecciones regionales? Si la respuesta es afirmativa, los exhorto a que nos expliquen las razones por las cuales declararon insubsistente al equipo directivo y comercial del cual el propio Henry Gutiérrez y Luis Carlos Velásquez han reconocido como los responsables de los históricos y sobresalientes resultados de la ILC.
Cuéntenos a quien se le ocurre despedir a las siguientes personas (y los que siguen) a menos de dos meses de finalizar el año: I) Sebastián Villegas, jefe nacional de Ventas, quien debía ejecutar las actividades BTL y de distribución de la nueva imagen de Ron y contrarrestar los plagios contra del Aguardiente Amarillo. II) Enrique Gómez: jefe de Mercadeo, responsable del actual lanzamiento de imagen de Ron. III)Jackson: jefe de Mantenimiento, quien tenía la tarea de comprar e instalar una nueva maquinaria aprobada por la Junta por un valor de más de $20.000 millones. IV) Mónica: jefe de Planeación. V) Andrés Borrero: Gerente de la compañía. A esto se le suma la renuncia de Mauricio Vélez, que seguramente lo hizo antes de que lo sacaran o porque no se prestó para justificar el desmantelamiento de un equipo ganador. Y, además, honorables miembros de Junta, no nos vayan a salir con el cuento Lizcanista Petrista que los despidieron porque ellos se iban a sindicalizar. Vuélvanse serios. O si por el contrario ustedes responden que NO están de acuerdo con las decisiones que se han venido tomando, es la confirmación de nuestro justo reclamo al decir “El Gobierno Corporativo de la Licorera no sirvió para nada”. Por favor cállenos la boca, y díganos que ustedes ya renunciaron, o que es falso que el ministro TIC Petrista, jefe de Henry y Luis Carlos, al parecer ya los tiene en la nómina.
Esperamos que el ministro no escoja como gerente de la ILC a su alfil gerente nacional de Gente en Movimiento, que no tiene ninguna experiencia gerencial o directiva en empresas de consumo masivo y logístico, o a personas expertas en vender movimientos de tierra para que despegue el primer jumbo de Aerocafé con matrícula LCV 2020-2023.