El proyecto Aerocafé, que nació en el año 1977, sólo recibió la licencia ambiental y el permiso de construcción hasta el año 2003. La obra, que estuvo interrumpida cerca de diez años debido a diversos escándalos de corrupción, recibió inversiones por unos $200 mil millones entre 2004 y 2020. Después de una larga espera para tener el aval del Gobierno Nacional y lograr el cierre financiero del proyecto, se adjudicaron las obras de explanación por valor de $141.108 millones.
Al iniciar las obras, el cierre financiero del proyecto fue de $531.858 millones (la Nación aportaría $448.119 millones y la región $83.739 millones). El proyecto, que cuenta con el aval del Consejo Nacional de Política Fiscal (Confis) para comprometer los recursos de vigencias futuras, ya tiene garantizado la totalidad de la cofinanciación por valor de $448.119 millones. Las vigencias futuras por parte de la región han sido apropiadas por la Gobernación de Caldas ($60 mil millones), InfiCaldas ($2.500 millones), Consorcio Aerocafé ($1.150 millones) e InfiManizales ($15 mil millones).
Los trabajos en Aerocafé están concebidos en tres fases: Remoción de tierras, construcción de lado aire (pista) y de lado tierra (terminal aérea). La construcción de la fase I del proyecto, que corresponde a movimiento de tierras, la canalización de las líneas de energía, el establecimiento de sitios de depósito y la construcción de drenajes, ha estado a cargo de la empresa española Obrascón Huarte Lain Amodio (OHLA), quienes ganaron la convocatoria abierta con una oferta inferior en cerca de $7.000 millones. Sobre el valor del contrato por $141.108 millones se realizó un anticipo de $42.049 millones (30%), de los cuales se han girado la suma de $16.066 millones.
Al evidenciar los diversos incumplimientos por parte del contratista, la Contraloría General de la República manifestó algunas advertencias sobre las obras. El exgerente de la Unidad de Gestión del Patrimonio Autónomo, general Gonzalo Cárdenas Mahecha, habría alertado sobre algunos retrasos en la entrega de avances e irregularidades en la licitación. A la fecha, se ha tenido un cumplimiento de tan solo el 32% en los compromisos de remoción de tierra, lo que ha impedido avanzar en la contratación de las fases II y III del proyecto. Con la entrega de los estudios y diseños, se tenía previsto construir la pista de 1.460 metros de longitud, la plataforma de aviación, la torre de control y la terminal de pasajeros.
La empresa OHLA, que ya había sido multada en dos ocasiones ($1.834 millones por no presentar a tiempo el cronograma de la obra y $28.000 millones por incumplir la fecha de entrega del hito 2 del proyecto), tomó la decisión de suspender las obras desde el pasado 13 de julio y solicitar la conformación de un Tribunal de Arbitramento. Como consecuencia de sus incumplimientos, y tras la salida de Jair Orlando Fajardo de la Aeronáutica Civil, el Gobierno Nacional reiteró la decisión de dar por terminado el contrato de la fase I del proyecto.
Esta importante iniciativa solo está a la espera de recibir un espaldarazo por parte del gobierno. Esperamos que, con la reciente visita del presidente Petro a Manizales, Aerocafé sea declarado de importancia estratégica nacional en los próximos cuatro años de gobierno. La gobernación, las alcaldías municipales, la bancada parlamentaria y los gremios han manifestado su permanente apoyo al proyecto.
Este macroproyecto, considerado uno de los complejos aeroportuarios más importantes para la conectividad del país, y una de las obras de infraestructura más significativas del Eje Cafetero, aportará a la reactivación económica de la región y transformará la inversión en mayor competitividad, productividad, desarrollo y empleo.