Tuve el privilegio de acompañar al presidente Álvaro Uribe en el Senado de la República desde el 20 de julio del 2014 hasta el 18 de agosto del 2020.

En esa fecha presentó renuncia al Senado, 14 días después de que la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia ordenara medida de aseguramiento preventiva y domiciliaria en su contra, en lo que se constituye en el más perverso episodio de instrumentalización de la justicia para minar la credibilidad del más grande patriota, el más importante defensor de la democracia y la libertad de la historia colombiana.

Por la importancia que hoy tienen estos hechos considero oportuno compartir esta constancia que dejé de manera oral y escrita, en el Congreso de la República en septiembre del 2020 y porque “un pueblo que olvida su historia, esta condenado a repetirla”.

 

Apreciado Presidente Uribe:

Hace ya casi un mes que la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia dictó medida de aseguramiento en su contra y me pareció oportuno hacerle llegar estas líneas.

Empiezo por decirle que hace muchísima falta usted en este Congreso y por supuesto en nuestra bancada. Nos privamos del senador más votado de la historia y sin lugar a dudas y de lejos, del más destacado, de la luz más clara, del referente de las mayorías por su disciplina, dedicación y conocimiento, además por su especial condición de haber regido los destinos de esta Nación en dos períodos y porque los presidentes no se hacen a menudo senadores.

Ayer muchos celebraban el paso de su caso a la Fiscalía, yo advertía que no había nada qué celebrar. Usted debería estar aquí en este Senado de la República, que fue lo que decidieron más de 800.000 colombianos en las urnas.

También celebran los enemigos de la libertad y la democracia, los de aquí y los del mundo entero.

Sus enemigos, a los que usted ha confrontado, enfrentado y combatido con toda determinación y contundencia a lo largo de su extensa carrera política.

Quiero contarle presidente Uribe lo que ha pasado en estos días en plenaria, con los que han celebrado a rabiar en sus redes sociales y en medios de comunicación con la infamia que usted padece.

Empiezo por Roy Barreras, convertido en el mayor defensor de las actuaciones judiciales en su contra y hablando de la transparencia que tendrán que tener las regalías para que no caigan en los bolsillos de los corruptos, no en vano el sinnúmero de escándalos de corrupción del que hacen referencia los medios de comunicación desde hace varios años y que duermen el sueño de los justos.

El exguerrillero Petro en estos días, en medio de sus múltiples intervenciones cargadas de sofismas y estratégicamente montadas para engañar incautos, sobre todo jóvenes que no conocen la historia (la de Colombia y la de él) se atrevió a decir que Duque cada vez se parecía más a Maduro.

El mayor defensor del socialismo Castro Chavista, el que fue a pedir financiación de su campaña presidencial al mismísimo jefe del Cartel de los Soles, Diosdado Cabello, comparando a un demócrata como el presidente Duque con un narco dictador.

Pero también como Roy defendiendo a los magistrados de la Corte. Petro que con su grupo criminal M-19 y aliándose con Pablo Escobar asesinaron a 11 magistrados de la Corte Suprema de Justicia. ¿Qué habrá pasado con la investigación de las bolsas de dinero de Petro? Lo que pasa, creo Presidente Uribe, es que Roy y Petro hacen parte de un selecto grupo que, con las Farc, esa justicia que defienden los elevó a la categoría de inimputables.

De Cepeda o “Don Iván” o del joven senador de las Farc como usted bien lo llama, en su cara de perversa maldad se avizora la satisfacción del objetivo conseguido, que lo ha llevado a bajar un poco el tono en las plenarias de su profundo odio al uribismo, comparable con el mismo que ha expresado por estos días en medios de comunicación, su más visible socio en este montaje perpetrado contra usted, el exmagistrado Barceló.

¿Sabe Presidente porque están tan empoderados después de su detención?, porque dan por hecho que con usted privado de la libertad tendrán la Presidencia en el 2022. Harán su operación avispa en la que confluyan todas las fuerzas afines al Foro de Sao Pablo.

Es decir, izquierdistas, socialistas, guerrilleros, castro chavistas y los que usted ha llamado la “Burguesía Comunista” que son unos intelectuales, políticos, periodistas y empresarios, todos millonarios, en su mayoría de familias tradicionales capitalinas, que además son profundamente corruptos, promueven el consumo y la legalización de las drogas y añoran el regreso del Santismo, que al final del día los interpreta a todos.

Usted Presidente es un preso político, un preso político de las fuerzas mafiosas y criminales que históricamente ha enfrentado y que en sus 8 años de Gobierno fueron reducidas a su mínima expresión, pero que encontraron espacio, fortaleza y respaldo en los ocho años del Gobierno Santos y que aún siguen ocupando espacios en la institucionalidad colombiana.

Santos, que se hizo elegir en el 2010 con unas ideas para gobernar con otras, se robó la reelección del 2014 con los dineros corruptos de Odebrecht y el montaje del Hacker de su socio Montealegre y que desconoció el plebiscito del 2016 para dejarnos tres Farc: una en el Congreso, otra regada y fortalecida por toda Colombia y otra en Venezuela; y es que sin lugar a dudas el gran responsable de este desorden es Santos.

De esta ausencia de justicia que deriva en impunidad, promueve la corrupción y profundiza la desconfianza ciudadana.

Qué ironía Presidente, usted privado de la libertad por un montaje, y un criminal como Santos impune. Que ironía Presidente, usted privado de la libertad, y cuando yo veo mi pantalla de la plenaria del Senado veo a varios criminales de lesa humanidad, asesinos, narcotraficantes, violadores de niños, proxenetas y reclutadores de menores ocupando curules con total impunidad. Todos ellos tienen algo en común: celebran su detención y renuncia obligada al Senado.

¿Sabe por qué Presidente recuerdo hoy a los magistrados asesinados en la toma del Palacio de Justicia?, porque la magistrada Fanny González Franco paisana mía (el Palacio de Justicia de Manizales lleva su nombre), antes de ser asesinada pronunció estas hermosas palabras: “Si es designio que yo muera para que se conserven inmaculadas las instituciones jurídicas y vuelva la paz a Colombia, entonces que Dios, el presidente y las Fuerzas Armadas salven la patria. Muero, pero no me doblego”.

¿Sabe qué pienso presidente?, que estos magistrados representaban la majestad de la justicia en todo su esplendor. Jamás habrían exigido respeto por sus decisiones porque ellos eran respetables. Las instituciones son personas.

Pero presidente, tampoco se conservaron inmaculadas las instituciones jurídicas. ¿Qué pensarán de esto los magistrados Bustos, Malo y Ricaurte del “Cartel de la Toga”? ¿Qué pensarán Barceló y los que le dictaron a usted medida de aseguramiento?

Y tampoco Presidente regresó la paz y sabe…creo que no regresó porque algunos gobernantes han confundido paz con amnistías e impunidad y eso no produce paz. El único proceso de paz que funcionó fue el suyo. Usted desmovilizo cinco veces más criminales que Santos, pero pagaron cárcel y nunca tuvieron elegibilidad política; y los que no cumplieron fueron extraditados.

Si Santos no traiciona estaríamos en paz, con menos pobreza, más desarrollo y menos desigualdad.

En fin presidente Uribe, usted ante el tribunal que sea, ante el pueblo colombiano y para la historia de nuestra patria defenderá siempre su honorabilidad.

Que Dios lo bendiga Presidente y la Virgen lo siga acompañando.

Seguiremos a su lado y en compañía de millones de Colombianos que lo quieren, admiran y aprecian, librando esta batalla para que nunca caiga ese muro que usted ha construido y soportado para impedir que el perverso socialismo se tome a Colombia, porque como usted muy bien ha dicho: “MUCHO CUIDADO CON EL 2022”.

Hasta aquí la constancia. 

En el 2022 Petro ganó la Presidencia y hoy enfila baterías con Santos para dejar en el poder en el 2026 muy seguramente a Claudia López.

Mientras tanto todos los procesos por los escándalos de corrupción contra familiares de Petro, ministros de su Gobierno y políticos afines están congelados en la Fiscalía y en la Corte; pero eso sí, el montaje contra el presidente Álvaro Uribe, otra vez en año preelectoral, avanza de manera acelerada, PORQUE EL MONTAJE CONTRA URIBE NO ES MÁS QUE UN VIL E INFAME NEGOCIO ELECTORAL.