El recuerdo que tengo de la lectura del cuento “La siesta del martes” de GGM es el ‘marasmo’ de las 2 de la tarde en que se hallaba sumido el pueblo de tierra caliente al que llegaron en tren madre e hija en busca de las llaves del cementerio: “Eran casi las dos. A esa hora, agobiado por el sopor, el pueblo hacía la siesta. Los almacenes, las oficinas públicas, la escuela municipal, se cerraban desde las once...”. Precisamente, eso es ‘marasmo’ (del griego ‘marasmós’ -‘consunción, agotamiento’): ‘quietud, inactividad, suspensión, paralización’. Puede ser físico o moral. Quizás por no consultar, el columnista Simón Gaviria no tuvo en cuenta estas nociones y escribió: “...para desglosar los resultados de quién ganó y quién perdió en el marasmo de coaliciones políticas” (LA PATRIA, 7/11/2023). Me atrevo a pensar que la palabra con la que habría podido expresar apropiadamente su idea es ‘maremágnum’, considerada la profusión de partidos que enmarañan la política colombiana. En medicina, ‘marasmo’ es un “extremado enflaquecimiento del cuerpo humano”.  
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Cicerón y Demóstenes, oradores ‘por antonomasia’: romano, el primero; el segundo, griego. Aparece ese término en el titular de una crónica de Diego Salgado sobre Aranzazu: “Aranzazu, un pueblo lleno de antonomasias, cumple 170 años este 9 de noviembre”. Y en el texto se lee: “Aranzazu es un pueblo lleno de sobrenombres o antonomasias” (8/11/2023). Más mal empleado, imposible. Ello es que esta palabra prácticamente no tiene plural, no es sinónima de ‘sobrenombre’ y se emplea únicamente en la expresión ‘por antonomasia’. El término proviene del verbo griego ‘antonomatho’ (de  ‘anti-’ ‘-en lugar de’ y ‘onoma’ -‘nombre’-, ‘llamar o designar a su vez -con nombre distinto-’) a través del latín ‘antonomasia-æ’ (‘antonomasia’). El diccionario latino de Agustín Blánquez Fraile la define así: “Figura retórica: sinécdoque consistente en poner el nombre apelativo por el propio, o viceversa. Por ejemplo, un Nerón por hombre de malos sentimientos”. O el ‘Maligno’, por el diablo. La expresión ‘por antonomasia’ se aplica a la persona o cosa que sobresale por ser entre todas la única o la más conocida y aceptada por el apelativo. Otro ejemplo, ‘Jesucristo, el Salvador por antonomasia’. Sinónimos: ‘por excelencia, como ejemplo, paradigmático’. 
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Esto escribió el autor de Oasis: “Dijo El Quijote a Sancho “no es oro todo lo que reluce”* (LA PATRIA 10/11/2023). Al revés, señor: fue el ‘sabio’ escudero quien le recordó a su señor el refrán. En su obra inmortal, Cervantes cita dos veces ese proverbio latino, que enseña que no siempre lo atractivo es auténtico o verdadero. En el capítulo XXXIII de la Segunda parte, Sancho le dice: “-Y torno a decir que si vuestra señoría no me quisiere dar la ínsula por tonto, yo sabré no dárseme nada por discreto; y yo he oído decir que detrás de la cruz está el diablo, y que no es oro todo lo que reluce, y que de entre los bueyes, arados y coyundas sacaron al labrador Bamba para ser rey de España…”. Y en el capítulo XLVIII  de la misma parte: “Porque quiero que sepa vuesa merced, señor mío, que no es todo oro lo que reluce, porque esa Altisidorilla tiene más de presunción que de hermosura...”. Las citas no deben hacerse olímpicamente: hay que ceñirse estrictamente a la fuente. *La primera palabra de una cita completa tiene que ir con mayúscula inicial. Cada vez es más frecuente la violación de esta norma ortográfica. 
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Como lo he anotado en oportunidades anteriores, el pronombre relativo ‘quien’, invariable en número y aplicable a personas y cosas en la época de los clásicos, actualmente es variable en número y reemplaza únicamente a personas. La contravención de esta norma es muy común actualmente. Dos muestras del mismo autor:   “...que el municipio núcleo del área es Manizales, que es precisamente quien menos ha liderado la iniciativa...”. “...comenzando por la clase política, quien no cede al control...” (LA PATRIA, Francisco Javier González, 13/11/2023). Correctamente: “...el que menos ha liderado...”, en la primera; en la segunda, “...la que no cede...”. Elemental.