Esto escribió el columnista John Mario González: “La parábola bíblica ‘muchos son los llamados y pocos los escogidos’ pudiera* traducir la escala de expectativas de potencias medias de convertirse en grandes…” (LA PATRIA, 17/3/2023). No, esas palabras no son una parábola, sino una ‘sentencia’, tomada de la parábola El banquete de bodas (Mat. XXII, 14 y ss.). La ‘parábola’ (del griego ‘parabolé’ -comparación-, a través del latín vulgar ‘parabola-æ’ -‘comparación, semejanza’) es el relato de un hecho ejemplar del que se obtiene una enseñanza moral. Nuestro Señor Jesucristo se valió de ellas para hacerles más entendibles a sus oyentes las lecciones que les daba. Y la ‘sentencia’ (del latín ‘sententia-æ’ –‘opinión, idea, dictamen’) es una frase que encierra una enseñanza aplicable a la conducta del ser humano. Dice, además, que es “Una metáfora coincidente con la creencia de que China está en ascenso...”. Tampoco, porque la ‘metáfora’ (del griego ‘metaphorá’ –‘traslación’-, a través del latín ‘metaphora-æ’ -‘metáfora’) es un “tropo** mediante el cual se muestran como equivalentes o iguales dos términos que no lo son: tus cabellos son plata” (María Victoria Reyzábal). Y ‘las perlas de tu boca’, canción de Víctor Hugo Ayala. * ‘Podría’ en lugar de ‘pudiera’. **Tropo: Figura retórica que consiste en el empleo de una palabra en forma figurada. 
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Puede uno ‘caerse’ o ‘irse de bruces’ (de frente o boca abajo, quedando a veces tendido en el suelo ‘cuan largo es’) o ‘caerse de espaldas’ (hacia atrás). Puede uno también ‘desplomarse’ (perder la verticalidad). Pero no puede uno ‘caerse desde su propia altura’, que, según una crónica de LA PATRIA, enviada por uno de mis corresponsales, les sucedió a dos infortunados paisanos. Dice así la nota: “Murió en el hospital Santa Sofía Héctor Darío Uribe (...) luego de una caída de su propia altura”, y “Tenía (Guillermo Antonio Rincón) una herida en el mentón, producto de una caída desde su propia altura” (23/3/2023). Es posible que el cronista quiso decir que se cayeron ‘desde una altura igual a las suyas’. No me parece. Debió, por tanto, decir ‘una caída de bruces, de espaldas o desplomados’. O, simplemente, ‘...de una caída’. 
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Los verbos ‘invitar’ y ‘convidar’ rigen siempre la preposición ‘a’ para su complemento indirecto, por ejemplo, ‘me invitó a una conferencia’, ‘los convidé a un asado’. Es característico del lenguaje de algunos países de América (México, Bolivia y Perú, anota el Diccionario panhispánico de dudas) la omisión de  dicha preposición cuando se trata de ‘invitar’ a tomar o a comer algo. A pesar de su uso, es un error gramatical, cometido por el famoso vikingo Olafo el Amargado cuando exclama: “¡Koyer el abogado! ¡Déjame invitarte una copa!” (LA PATRIA, 18/3/2023). Ignoro la nacionalidad del traductor de los textos de la famosa tira cómica: podría ser el costarricense Rodolfo J. Badillla Gutiérrez, según Google. No importa, lo cierto es que debe decirse “¡Déjame invitarte a una copa”! El diccionario antes citado afirma que especialmente en los países del Río de la Plata introducen ese complemento con la preposición ‘con’, y da este ejemplo: “Lo invitó con una cerveza” (Consiglio, ‘Bien’ – Arg. 2002). Construcción gramatical ambigua, además de incorrecta. 
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Hay pleonasmos aceptables, y aun poéticos, como ‘vivir la vida’. Hay otros, la mayoría, inaceptables y cacofónicos, como los muy españoles ‘entrar adentro’ y ‘salir afuera’, defendidos por muchos y hasta usados por Cervantes. Y hay algunos de difícil detección, quizás por el poco uso de alguno de sus elementos, o por el desconocimiento de su significado, por ejemplo, el que se encuentra en esta oración: “Esto es, que se mantenga el equilibrio de los poderes públicos como eje axial de nuestro sistema democrático” (LA PATRIA, Hernán Penagos, 26/3/2023). “Eje axial” es un pleonasmo, sin lugar a dudas, porque ‘axial’ es, precisamente, ‘lo perteneciente o relativo al eje’ (“sostén principal de una empresa o actividad”, en el texto). Sobra, pues, en ella el adjetivo ‘axial’, o la oración debió ser construida de otra manera, por ejemplo: “...que el equilibrio de poderes sea la política axial de nuestro sistema democrático”.