La concurrencia de dos o tres ‘aes’ en algunas oraciones gramaticales no justifica la eliminación de la preposición ‘a’. Es muy frecuente este error en aquellas en las que intervienen alguna inflexiones del verbo ‘ir’, terminadas en ‘a’, como en las siguientes: ‘Cree él que va a perder el puesto’, y ‘dijo que iba a arreglar el conflicto’. Leí el siguiente titular de primera página de El Tiempo: “Uribe va comparecer cuando se le respete el debido proceso” (4/10/2024). “Uribe va a comparecer cuando...”, así, correctamente, porque la locución verbal es ‘ir a’, cuya estructura debe respetarse en todos los tiempos, modos y personas. Lo que se apreciará con más claridad si tomamos otras inflexiones del verbo ‘ir’, cuya terminación no es ‘a’: ‘voy a comparecer’ (no, ‘voy comparecer’), ‘iremos a comparecer’, ‘dijo que había ido a pagar una promesa’. Y esta norma no tiene excepciones. En el lenguaje hablado, cuando concurren las ‘aes’, debe seguirse esta norma con una brevísima pausa, casi imperceptible, porque no es lo mismo ‘voy a apagar un incendio’, que ‘voy a pagar un incendio’. 

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Y cuando no se requiere la preposición ‘a’, sí la incluyen, como en el siguiente titular de El Tiempo: “Policía rescató a perritos” (Bogotá metropolitana, 8/10/2024), que suena como si ‘Perritos’ fuera el alias de uno de los ‘gestores de paz’ de Guspéu. Y suena así, porque, en este caso, la preposición ‘a’ determina sin necesidad el complemento directo del verbo, ya que se trata de algo indeterminado, a saber, de una perra –la noticia dice ‘canino’– abandonada con sus cachorros. El titular, bien redactado, así: “Policía rescató perritos”, o “unos perritos”, pues este sustantivo es el complemento directo de un verbo transitivo, que no pide la preposición ‘a’ para su introducción. 

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La preposición ‘entre’ no hace las veces de adverbio. Por esto, está mal empleada en la locución ‘entre más’, ya que modifica un adverbio (‘más’), oficio exclusivo de los adverbios, como en la siguiente muestra: “Entre más plata le entró, más derrochona se volvió”  (El Tiempo, Juan Lozano, 7/10/2024). En efecto, el oficio de las preposiciones es introducir los complementos directo (‘a’, sólo cuando se necesita para determinar o personificar), indirecto (generalmente, ‘a’) y los circunstanciales de tiempo, lugar y modo. En la frase citada, la preposición debió ser reemplazada por el adverbio ‘mientras’. Este error es viejo, como dicen por estos pueblos del Señor, ‘más viejo que el uso de andar a pie’, y es corriente en algunos países latinoamericanos. Pero debe evitarse en el lenguaje culto. Cuando, en lugar de ‘mientras’, se emplea ‘cuanto’, éste debe concordar en género y número con los sustantivos, por ejemplo, ‘cuanto más dinero, cuanta más plata, más avaro se vuelve el ser humano’; ‘cuántos más alumnos, cuantas más alumnas, más difícil la enseñanza’. Pero es invariable cuando se refiere a adjetivos, verbigracia, ‘cuanto más colorido, cuanto más colorida; cuanto más coloridos, cuanto más coloridas, más visibles’. Nota: antes se admitía la locución conjuntiva ‘entre que más’, pero su cacofonía la hizo obsoleta.

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A mi corresponsal Razuvi lo incomoda la redacción defectuosa de algunas noticias de LA PATRIA, como ésta: “Cuenta con audios y las conversaciones donde amenaza a su nueva pareja, a la que hace como 3 meses le dio un botellazo en una discoteca” (4/10/2024). Sí, muy pobre. Enmendada, así: “...y conversaciones en las que amenaza a su nueva pareja, a la que  (...) le dio un botellazo cuando departían en una discoteca”. O lo que estuviesen haciendo.