En la época de Cervantes, el pronombre relativo ‘quien’ era invariable en número y se usaba tanto para personas como para cosas. En la actualidad, sólo reemplaza personas y es variable en número, ‘quien-quienes’. Un avance de primera página de LA PATRIA dice así: “Detuvieron a un par de hermanos, quien habrían cometido el crimen...” (30/9/2025). Castizamente, “...quienes habrían cometido el crimen”, porque el relativo se refiere necesariamente a los hermanos. En este caso, además, el pronombre ‘quienes’ debería ser sustituido por ‘que’ (por lo que se explicará más adelante), también pronombre relativo, muchas veces olvidado y reemplazado por ‘quien’ en construcciones gramaticales en las que, obviamente, es preferible, como en la siguiente: “La rodada del sábado en homenaje a Martín Arango, ciclista recreativo quien falleció atropellado por un carro...” (LA PATRIA, Protagonista, 7/10/2025). Gramaticalmente, mejor “...ciclista recreativo que falleció...”, porque en esta oración hace las veces de sujeto, no de complemento, caso en el que es recomendable ‘quien’, por ejemplo, ‘ayer me encontré con Julio, a quien hacía dos años no veía’. Directrices gramaticales, convenientes para una buena redacción.
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De la columna del doctor Gonzalo Duque Escobar: “Por fortuna, en Colombia se han adoptado políticas como la Resolución 2254 de 2017...” (LA PATRIA, 6/10/2025). Y de la del señor Mauricio Vargas en El Tiempo (5/10/2025): “El Presidente elegido para golpear, ante todo, la corrupción, acumula más escándalos que todos sus antecesores...”. La ‘Ortografía de la lengua española’ (2010) enseña: “La función primordial de la mayúscula en español es la de distinguir el nombre propio del nombre común”. Según esta norma, tanto ‘resolución’ como ‘presidente’, por ser nombres comunes, deben escribirse con minúscula inicial, como ‘decreto, ley, artículo; rey, príncipe, senador, congresista, alcalde, gobernador’. Todos, nombres ‘comunes’, a saber, “aquellos con los cuales se designa en singular cada cosa de una clase de ellas y, en plural, un conjunto de ellas o su totalidad” (María Moliner). Los nombres ‘propios’, que siempre deben se escritos con mayúscula inicial, son “los que se aplican a una cosa determinada para distinguirla de las demás de su especie” (Ibídem).
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El término ‘entonces’, además de significar ‘en ese caso’ (‘si esto es así, entonces no participaré’), tiene la connotación de ‘tiempo’, porque “alude a un tiempo determinado por algo que se acaba de decir o ya sabido por el que escucha” (M. Moliner). De acuerdo con esto, cuando es antecedente de alguna circunstancia temporal, ésta debe expresarse con el adverbio correspondiente, a saber, el de ‘tiempo’, ‘cuando’. El columnista de LA PATRIA Marco Antonio Zuluaga escribió: “Es entonces donde debemos buscar erradicar las patologías del poder político...” (7/10/2025). Según lo explicado, “Es entonces cuando debemos...”, como si dijéramos, ‘es en ese momento cuando’. Si las circunstancias son de lugar, el adverbio apropiado es el de ‘lugar’, ‘donde’ (‘es allí donde’); si de modo, el de ‘modo’, ‘como’ (‘es así como’). Elemental.
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Los ‘participios’ en castellano son derivados verbales: el participio ‘presente’ o ‘activo’, el que ejecuta la acción del verbo (‘creyente’), y el ‘pasado’ o ‘pasivo’, el que recibe la acción del verbo (‘asesinado’) y que sirve principalmente para la formación de los tiempos compuestos de los verbos (‘hemos dado lo mejor’). Un redactor de LA PATRIA empleó mal el participio pasado de ‘disparar’ en esta información: “El perpetrador fue interceptado y disparado hasta morir por los agentes de policía” (Mundo, 3/10/2025). Mal, porque en este hecho la acción de ‘disparar’ se realizó con un arma de fuego, y lo ‘disparado’ fue el proyectil que mató al ‘perpetrador’. ‘...y baleado...’, decimos por estos pagos.