Será porque te amo. Ahí va el Once Caldas, paso a paso, evitando las salidas en falso, los contrastes que desmoralizan, jugando, luchando y sobreviviendo.

Movió la alineación en Tunja, en oportuna decisión por el desgaste de la Copa.

Cuando no hay plantilla suficiente y algunos de los jugadores destacados acumulan años, kilómetros y partidos, es devorador el calendario por lo intenso.

Los relevos sirven, además, para darles rodaje a los suplentes y buscar en ellos soluciones funcionales, que serán alternativas en el futuro cercano.
Al contrario, se ve prepotente la pretensión de ganarlo todo. Es demagógico. Es una grandeza injustificada. Es un grueso error en la estrategia.
El efecto fatiga se hizo evidente en Tunja cuando la cancha se amplió por las expulsiones y no por el diseño del partido desde la pizarra de los entrenadores.

Los dos torneos, contra las hipótesis, no se han tragado al blanco, que ha mostrado una óptima preparación física. Pero, de progresar con los resultados, llegará el momento en que inevitable será preferir uno.

Su fútbol no hipnotiza, no atrapa, pero gusta y se celebra.

No todos los rivales son iguales en su calidad o debilidad. No es lo mismo Chico y Equidad que el Medellín, San José en la altura y Fluminense en su cancha.
Coraje y corazón han tenido hasta ahora los elegidos por el Arriero, para mantenerse activos y efectivos en la copa y el torneo. Pero el peligro de las lesiones es latente al igual que las expulsiones, por exceso de rudeza.

Sobre el papel se ganan los partidos, pero en el campo es otra cosa. Una caja de pandora es cada juego. Un cúmulo de sorpresas.
Nota al margen

Goleó el Once Caldas 5-0 en destacada jornada del 29 de marzo al club Tigres en el interclubes Sub-15 que organiza Difútbol. Pero, perdió los puntos por escritorio.

Su entrenador Jaime Yepes, sancionado dos fechas por mala conducta anterior, hizo caso omiso a la penalización y fue inscrito en la planilla. Lamentable. No se presentaron a tiempo los descargos. ¿Para qué, entonces, el gran esfuerzo de los chicos y la celebración? Parecido a los goles que después de festejarse con locura, los anula el VAR.