Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com
De manera general, el cuidado de las personas enfermas o de edad avanzada como dicen en la
universidad, ha sido tarea de mujeres. Mujeres que por largos períodos de tiempo han realizado múltiples labores en una casa, ya sea porque cuidan a una persona cercana, padre, madre, nietos u otro ser querido. Tareas estas que también se llevan a cabo en otras casas o familias.
- ¿Qué tareas lleva a cabo quién cuida?
Cuando se cuida a un enfermo, las tareas pueden ser desde higiene personal, suministro alimentos y medicamentos, de acuerdo con las prescripciones médicas; acompañamiento a hacer diligencias personales, estar al tanto de las citas médicas y de la entrega de medicinas. Si la persona que cuida vive en la misma casa, a veces también le corresponde dormir cerca al enfermo para estar pendiente de cualquier cambio en la salud que pueda ocurrir en las horas de la noche.
Si cuida a niños, la responsabilidad comienza desde tempranas horas de la mañana: higiene, alimentación, desplazamiento o despacho para el colegio, apoyo en las tareas académicas e incluso algunos días, sus labores terminan tarde de la noche hasta cuando lleguen los padres.
¿Qué tipo de cuidadores existen?:
- Cuidadores familiares: abuelas, tías, hermanas, hijas.
- Informales: son aquellas personas que hacen su trabajo de manera ocasional.
- Formales: las que hacen sus tareas de manera puntual y se refiere a quienes tienen un vínculo legal.
En algunos hogares las personas hacen doble trabajo; cuidan a niños, viejos o enfermos y, además, les corresponde realizar las tareas domésticas y, como si no fuera suficiente, también atienden visitas y hacen diligencias.
- ¿Y esas tareas son reconocidas?
En muchas oportunidades este trabajo es muy poco reconocido. Todavía hay hogares en los cuales estas tareas las realizan familiares, como la hermana que no tuvo hijos o cuyos hijos ya no están; o una persona allegada que está sola. Esto quiere decir que ejecuta una cantidad de tareas sin reconocimiento económico.
Una señora expresó: "Aquí en la casa (la cuidadora) tiene la comida y la dormida, ese es su pago. Ella no necesita más".
Sin embargo, es necesario aclarar que, una cosa son las tareas domésticas y otra muy distinta realizar labores de cuidado. Cada una de ellas tiene funciones y responsabilidades distintas; así como un nivel de importancia diferente, por lo tanto, no pueden compararse.
-¿Y qué pasa cuando muere primero el cuidador?
Quienes cuidan se involucran de una manera tan fuerte en las tareas de asistencia, que su mundo emocional se afecta de manera considerable con cansancio, estrés, miedo y terminan descuidando su alimentación y su descanso. Y cuando se enferman no se les presta la atención debida.
La muerte de quién cuida es una pérdida inmensa para una familia y, lo más doloroso, es que solo a partir de su ausencia es que los demás se dan cuenta de su importancia y de las múltiples y difíciles tareas que realizaba dicha persona.
Hay mucho que agradecer y también que aprender de los cuidadores, pues llevan a cabo un trabajo con responsabilidad y devoción, por lo mismo es imperativo aprender a cuidar a quien cuida.
* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.
www.fannybernalorozco.com
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