Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com

 

Algunas veces cuando las personas tocan el tema de la salud mental, manifiestan que el estado o las empresas en las cuales trabajan o estudian no hacen nada por ellas. Así mismo afirman que si ellas están enfermas o si no se sienten bien, los demás son los culpables de lo que les sucede. Sin embargo, es importante decir que hay responsabilidades que son personales y que desafortunadamente, por lo general, estas no se asumen.

Estas responsabilidades van de la mano del autocuidado personal, que -en primera instancia- tiene que ver con el darse cuenta de que la salud no tiene precio y que por ello se debe asumir con voluntad y compromiso. En este sentido, cobra especial atención desmitificar las creencias que las personas comúnmente tienen acerca de estas problemáticas.

Por todo ello, es muy importante tener en cuenta que la depresión, es un trastorno de salud mental, que afecta a millones de personas en el mundo, la cual requiere apoyo de profesionales especializados, tanto médicos como psicológicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha afirmado que: ‘Colombia, durante el año 2023, superó el promedio mundial en diagnósticos y que más de dos millones de personas están sufriendo esta enfermedad’. Con el agravante de que pocas personas reciben una atención eficiente y especializada, a lo que se suma el estigma y la vergüenza que sienten algunos seres humanos -todavía- al pedir ayuda y además dejarse ayudar.

Existe la convicción de que solo basta con tomar medicamentos para sentirse mejor, afirmación que tiene mucho de mito, puesto que además de ello, se necesitan espacios para expresar las emociones que perturban, cambiar hábitos que hacen daño, aprender a tener diálogos internos que produzcan bienestar, dejar de rumiar el pasado y de dramatizar situaciones que carecen de importancia, tener higiene de sueño y cuidar las horas de descanso, hacer ejercicio, leer, bailar, tejer, cultivar ideas inspiradoras; todas estas, son acciones que ayudan a mantener la calidad de vida.

Otra creencia es que se pueden tomar medicamentos, beber licor y consumir otras drogas, conductas estas que se adoptan dizque para paliar los problemas de depresión. Sin embargo, lo real es que tales soluciones derivan en que se acentúan los síntomas y pueden producir consecuencias fatales para cualquier persona.

Un día un joven me dijo: ‘Yo lo que hago es mezclar de todo, porque así me siento mucho mejor -sobre todo- en las fiestas. Hasta el momento nadie me lo ha prohibido, entonces no hay problema’.

Cualquier persona puede padecer una enfermedad mental. Lo importante es que todos, en lo posible, tratemos de informarnos sobre estos asuntos, para así asumir compromisos de cuidado responsable. Esta es una asignatura que se debe enseñar y aprender desde temprana edad, con el ánimo de hacer más liviana la existencia.

 

* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.

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