Fernando-Alonso Ramírez

Periodista y abogado, con 30 años de experiencia en La Patria, donde se desempeña como editor de Noticias. Presidió el Consejo Directivo de la Fundación para la Libertad de Prensa en Colombia (Flip). Profesor universitario. Autor del libro Cogito, ergo ¡Pum!

Correo: editornoticias@lapatria.com

X (Twitter): @fernalonso

Que Caldas es tierra de escritores lo confirman tres autores de los que conocemos su obra por el esfuerzo propio o de familiares para sacar adelante las publicaciones.

De ahí que haya que lamentar el pobre apoyo que existe para nuestros escritores, pero de esto hablaré en extenso en otra columna.

Por ahora, repasemos la obra de una escritora y dos escritores, que buscan en sus raíces para darse a conocer. Ella es de Pensilvania, de hecho del caserío La Rioja; y los otros dos de Neira y Pasto, pero adoptado en Manizales.

 

Julio Eduardo Luna y Los trucos del crepúsculo

Los trucos del crepúsculo y otros cuentos

Los trucos del crepúsculo y otros cuentos es el título del libro de Julio Eduardo Luna Cabrera, quien ya nos había sorprendido antes con un texto de ensayos y artículos bastantes estoicos, con reflexiones de vida, titulado Los secretos de la soledad (2019).

En estos 15 cuentos y una fábula, el autor separa la obra en capítulos que divide en Cuentos del corazón, Cuentos existenciales y Cuentos de pandemia. Sin embargo, aunque es cierto que la división corresponde a más o menos las escenas relatadas en estos capítulos, es imposible siempre separar del todo, porque pueden aparecer asuntos del corazón más allá, o rasgos de existencialismo más acá. Así de veleidosa es la literatura.

Luna bebe de mitos y leyendas urbanas para construir algunos de sus episodios, también intenta aproximarse al menos en un par de los relatos al terror y en varios más al misterio, con resultados dispares, pero es claro que se alimenta para sus escritos del largo recorrido vital que tiene como docente y abogado, pues tiene la ventaja de adentrarse en escenas creíbles y cotidianas. Seguro que en buena parte de los cuentos escritos hay algún origen anecdótico.

Los cuentos existencialistas hacen recordar un poco su libro sobre la soledad, pues de alguna manera parecen ensayos sobre asuntos profundos, mientras que la parte final nos hace valorar la amistad, nos lleva a cinco años atrás, nos va soltando pistas de las realidades de entonces, como un cronista.

La fábula Los tortolitos felices cumple perfecto con este género y nos hace pensar que seguramente hay más literatura de este corte e infantil en la obra sin publicar del autor pastuso, ya manizaleño por adopción después de 45 años en estas tierras.

 

Jorge Iván Castaño con sus Rayos de historia

Rayos de historia

En la portada aparecen las fechas 1842 -2024, no es que el autor fuera como Matusalén para vivir 182 años, sino que es el periodo de Neira, la puerta del norte de Caldas, ya que el libro Rayos de historia trata de información, preguntas y respuesta sobre este municipio, un importante documento que se vuelve indispensable para cualquiera que busque algún dato sobre el pasado de la localidad.

Jorge Iván Castaño es el corresponsal de LA PATRIA en ese municipio y ha escrito una obra de cultura general neirana. Los dos primeros capítulos parecen una historia más como las que se escriben cada tanto de nuestros municipios. Datos históricos, personajes destacados, cómo se desarrolló el transporte, pero también por momentos parece una monografía, toda vez que trae datos de población, de fundaciones, de edificios simbólicos, de productividad, de años clave de desarrollo.

También toma cierto aire academicista cuando se adentra a hablarnos del Paisaje Cultural Cafetero, de la geografía e hidrografía, en la fauna y la arquitectura, del patrimonio intangible, entre otros temas.

Sin embargo, para mi gusto, el mayor valor del libro está en el capítulo tres, que ocupa poco más de la mitad de las 236 páginas. Me hace recordar esos libros que leíamos en el bachillerato en mi época para aprender temas de cultura general con el fin de enfrentarnos al temible examen del Icfes.

Son por lo menos 500 preguntas con sus respuestas sobre la historia de Neira, esas que algunos candidatos a la Alcaldía no les gusta contestar porque se sienten atacados, y también lleno de datos curiosos, como para memorizarlos y soltarlos en cualquier reunión aburrida para despertarla.

Un trabajo bien logrado, que resulta muy bien que empresas privadas y públicas hayan apoyado para que conociera la luz y mantener viva la historia de Neira.

 

Ana Rosa Giraldo Arias, Tejer hilos y trenzar palabras

Tejer hilos y trenzar palabras

Silvio Aristizábal Giraldo encontró que en la vereda de su familia, en La Rioja, “que adorna mi viejo Caldas“, como canta el grupo Los Patuma, podía encontrar la veta para sus mejores investigaciones como académico que es.

De hecho escribó un libro que se publicó en el sesquicentenario de Pensilvania sobre la historia de este caserío ubicado en la vía a Manzanares.

Silvio ha rescatado la historia de su familia y sobre todo su actividad cultural. En esta oportunidad se encargó de compilar versos y tres sainetes de su tía Ana Rosa Giraldo.

Ella vivió durante 98 años (1909-2007) y fue una líder educativa y cultural en esa vereda. Llenó cuadernos con sus escritos. “Al igual que los antiguos trovadores relató mediante rimas y versos, episodios de su familia y su vereda".

La intención de difundir esta compilación, que se presentó en Pensilvania, busca visibilizar el aporte de esta mujer al patrimonio cultural de la región, y no se trata de un asunto menor, es la manera de rendir tributo a una escritora que bien pudo ser la primera de ese municipio en hacerlo de forma continua, así no hubiera publicado en su momento, porque eran otros tiempos.

Ahora que LA PATRIA con el Banco de la República, de la mano de la investigadora y escritora Adriana Villegas, estamos empeñados en rescatar el legado de las mujeres escritoras del Gran Caldas, este nombre se debe sumar a la lista.