Hoy hablaremos de un personaje que ha sido una institución en lo que hace y ama. Estudió Agronomía en la Universidad de Caldas, en la década del 70 lo conocí cuando dábamos nuestros primeros pasos en estudios universitarios.
Apasionado por la Agronomía, le ha dedicado toda su vida profesional al bello arte en el que especialmente dedica su tiempo al cultivo de orquídeas y bonsáis, en lo que es un experto y reconocido profesional. Con múltiples premios en Colombia y el mundo.
Es el ejercicio de una profesión, con pasiones más allá de lo corriente, convirtiéndose en un referente para el cultivo de orquídeas en Colombia y el mundo.
Su dedicación al cultivo de plantas ornamentales, con el diseño y formación de grandes y bellísimos jardines, han acaparado siempre su atención en el ejercicio de su profesión, en la que además es un experto conocido en muchas partes por sus programas de reforestación y cuidado de la naturaleza.
Tiene a su haber una colección inmensa de orquídeas, que con procesos de injertos y con combinación de genética de las plantas ha logrado desarrollar especies nuevas que llevan su nombre.
Ese arte, aunado a su formidable colección de de las mismas, lo han caracterizado siempre y le han dado fama nacional e internacional, siendo ganador de varios premios dentro y fuera del país, con sus inigualables cultivos que son una muestra clara del respeto que tiene por la naturaleza, siguiendo el principio establecido hace muchos años en el que se establece claramente que la naturaleza es para respetarla y no para someterla.
David ha sabido hacer de su profesión un verdadero culto a lo más bello que tiene nuestra tierra, que son los cultivos y las flores. Además, posee una colección de bonsáis inmensa, muchos de los cuales tienen varias décadas de existencia, conservándolos en todo su esplendor y su hermosura.
En una planta de la que existen en el mundo más de 27.000 especies, él tiene a su haber miles de plantas; más de 14 mil, que cuida con esmero, dando además una cátedra de lo que representa el cuidado de la naturaleza, todos los días más deteriorada por la invasión de construcciones y ciudades, que como monumento al asbesto se precian de ejemplares, cuando en realidad son la causa directa de la enorme afectación que tiene la flora.
Eso sin contar con los efectos devastadores que produce la ganadería extensiva, que prácticamente elimina todos los árboles y las plantas para convertirlos en pastizales, en los cuales los rumiantes producen unos daños irreversibles, que nadie logra comprender en sus verdaderas dimensiones.
“En el mundo se hacen híbridos; es decir, el polen de una planta sobre el ovario de otra, pero el valor lo adquiere cuando es galardonado en una exposición de juzgamiento internacional por su estética y comercio", asegura Manzur. Largo trabajo para un hombre que tiene seis híbridos galardonados de su autoría y tres especies nuevas para la ciencia. Los certificados fueron otorgados por la American Orchid Society (AOS), máxima autoridad sobre el conocimiento de orquídeas en el mundo.
“Cuando hay un híbrido nuevo, hibridadores en el mundo escriben para estimar el precio de las orquídeas, precios que van desde los 500 dólares hasta los 3.000”, escribió David Manzur.
Le pedí que me hiciera un diseño para cultivos, pero nunca me contestó.
David Manzur Macías, por su dedicación y amor por la naturaleza, es una persona que merece toda la admiración, el respeto y el aplauso de una sociedad que se consume en medio de toneladas de cemento, sin la menor preocupación por la defensa de la naturaleza.