Las ondas de radio y rayos X de una emisión transitoria de periodo largo (LPTs) con eventos de dos minutos y períodos de 44 minutos cuyos primeros indicios fueron observados en el 2022, aunque a la fecha sólo se han detectado media docena de objetos emisores, siguen siendo un misterio para los astrónomos según informa la revista Nature.
Los rayos X que generalmente provienen de ambientes extremadamente calientes y energéticos, y que son una radiación electromagnética de longitudes de onda entre 0.1 y 10 nanómetros, en este particular caso podrían ser la clave para comprender la verdadera naturaleza de estos intrigantes objetos cósmicos y su comportamiento pulsante.
Entonces, ¿qué son estos objetos extremadamente brillantes, y cómo generan sus misteriosas e inusuales señales sincronizadas de radio y rayos X, si sus patrones no deberían existir según la física conocida? Esto ocurre con el llamado ASKAP J1832-0911 de nuestra galaxia ubicado a tan sólo 15.000 años luz de la Tierra.
Es que, según los investigadores, las brillantes y variables emisiones de ondas de radio y rayos X no provienen del remanente de una estrella con un campo magnético extremadamente poderoso, ni de un par estelar con una estrella enana blanca muerta pero altamente magnetizada.
Lo anterior ya que similarmente en el 2023 se encontró HD 45166, un sistema binario formado por una estrella de helio evolucionada, masiva y extremadamente caliente, y una estrella azul adulta no tan evolucionada, sistema en el cual los dos astros están separados unas 10,5 unidades astronómicas, o sea casi el doble de distancia que separa a Júpiter del Sol.
Como referente, si las estrellas con campos magnéticos extremadamente poderosos, son estrellas de neutrones con campos magnéticos millones de veces más intensos que el de la Tierra, como prueba está la estrella masiva HD 45166 que es el cuerpo estelar evolucionado más magnético hasta ahora encontrado.
Pero volviendo al ASKAP J1832-0911, los astrónomos de radio escanean el cielo con la sonda australiana de matriz de kilómetros cuadrados, misma que le ha dado nombre al objeto, aunque también colabora el observatorio de rayos X Chandra de la NASA que no puede hacer estas observaciones ya que sus equipos no tienen un amplio campo de visión del cielo nocturno, razón por la cual se requieren colaboradores de todo el mundo para poder aportar a este nuevo propósito de la astronomía observacional en busca de más objetos con los cuales la cosmología pueda desentrañar la naturaleza y origen de estos largos y extraños pulsos de radio aún inexplicables.
Los astrónomos que detectaron este fenómeno recién anunciado este año y denominado “transitorio de periodo largo”, como hipótesis proponen el que dicho fenómeno podría conducir a un nuevo modelo de evolución estelar, ya que algo similar se puede dar en un sistema estelar doble conformado por una enana blanca de gran masa que es caliente, orbitando estrechamente o cercanamente a otra enana roja pequeña y fría, porque allí las dos estrellas al transitar excitan sus campos magnéticos para emitir largas ráfagas de radio al interactuar.