Jalal al Din Rumi fue un místico musulmán del siglo.
Fundó una cofradía de derviches en Persia.
En esa cultura, el derviche es quien vive una pobreza mendicante y ascética, desapegado de lo material.
Rumi fue un inspirado poeta y un maestro sufi que vivió y predicó la unidad con Dios, el Amado.
Rumi dijo: “La mayoría de las almas están dormidas y el papel de un maestro es despertarlas.
En el mundo sólo hay una cosa que no se puede olvidar: Crecer en el amor”, dice en un manuscrito.
Hablando en nombre de Dios el Amado decía: “He creado las cosas para ti y a ti te he creado para Mí.
A donde quiera que vuelvas el rostro, allí están la faz y el amor de Dios.
Quien se enamora de Dios vence todas las dudas y se vuelve humilde, bondadoso y paciente”.

@gonzalogallog