Chang Peng es hijo de un diplomático en un país de habla inglesa. Viven en un buen condominio.
Chang solo tiene nueve años y no ha podido hacer amigos ya que los demás lo miran raro y con desconfianza.
Lo hacen a un lado, no lo incluyen en los juegos o le hacen bullying porque es de otra raza y otra religión.
A Chang se le ve la tristeza en los ojos y a veces se pregunta en medio de su aislamiento: ¿mi vida tiene sentido?
Solo está contento cuando sus padres lo llevan a las casas de otras familias chinas que viven en un extremo de la ciudad.
Su historia se repite en muchos otros casos porque a veces para el humano es mejor excluir y discriminar que vibrar en amor.
De hecho, si lo examinas bien, es bien común que una persona que se ve como creyente también sea excluyente.
Pregunta: ¿Eres amoroso con el distinto y el distante? Jeshua trató con amor a romanos, judíos, samaritanos y cananeos.
@gonzalogallog