Oda Nobunaga (1534-1582) fue un aguerrido y valiente samurái que dominó gran parte del Japón.
Era tan buen estratega que en Okehazama, año 1560, derrotó con tres mil samuráis a un ejército de 40 mil.
Un día decidió atacar, a pesar de que su ejército era muy inferior al del enemigo que le aventajaba.
Estaba seguro de la victoria, pero sus hombres no tanto, ante un combate tan desigual. Pararon a orar en un templo. Al salir, Nobunaga les dijo:
- “En oración recibí este mensaje divino: Tira una moneda al aire y, si sale cara, triunfan. Si sale cruz, serán vencidos”.
Lanzó la moneda y salió cara. Seguros de la victoria, derrotaron al enemigo. Al día siguiente, le dijo un oficial a Nobunaga:
- “Es imposible cambiar la voluntad de los dioses”.
- “Así es”, replicó Nobunaga, mientras le mostraba una moneda que tenía cara por ambos lados.
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