Aunque hay buenos cambios, aún se atemoriza a la gente con un juicio de Dios y un infierno eterno.
Respeto a los que lo creen, pero cuadra eso con la infinita misericordia de Dios? Para nada.
Más sentido tiene lo que Jeshua dice a un ladrón desde su cruz: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Entonces no hay justicia? Sí, porque quien siembra un cactus no cosecha dulces y exquisitos mangos.
El que se llama “malo” nunca tiene un buen hogar y jamás goza de paz interior ni felicidad.
Lo que le puede sobrar en riquezas le falta en amor, calma, paz y buenas relaciones.
Todos volvemos a Dios en distintos grados de amor y consciencia, y la vida sigue.
El inconsciente o “malo” sufrirá en otras vidas hasta que evolucione y sea amoroso y consciente. Es un “bebé espiritual”.
@gonzalogallog