Crea con práctica el buen hábito de meditar y, poco a poco, te sentirás animoso y sereno.
Insiste como los deportistas de élite que entrenan duro cada día, y no solo si tienen ganas.
No se dejan tentar por lo fácil o lo cómodo, y superan lo adverso para poder celebrar una victoria.
Tu espíritu está en paz si vives en comunión amorosa con Dios y te abandonas con fe en sus manos.
Acaso, ante algo por hacer, dices, “es difícil”. Pero, ¿por qué tiene que ser fácil?
Nada valioso es fácil y de lo fácil nada se aprende.
Deja de buscar sólo lo que no te exige esfuerzo.
¿Es fácil un parto y educar bien un hijo? ¿Es fácil obtener un grado o correr una dura maratón?
Vive en sintonía con el amado Creador, ámate, ama, confía, da lo mejor, y todo estará bien.
@gonzalogallog