“Sicología inversa” es decirle a alguien lo que no se espera para que ojalá cambie su mal actuar.
A alguien que amenaza sin cesar “me voy a suicidar”, dile: “Está bien, ¿cómo te ayudo?
Es muy seguro que eso lo deje perplejo y deje de victimizarse y mendigar pesar.
Otra opción es replicarle: “Yo también lo quiero hacer, estoy muy mal y ya no aguanto más”.
Su reacción fácilmente es ponerse de consejero y decirte que no lo hagas.
Dile a tu hijo: “amor, dame gusto y te dejas el pelo bien largo, es lo que más deseo”.
No te extrañes de que se rape, ya que lo que él busca siendo rebelde es llevar la contraria.
“Sicología inversa” es no seguirle el juego a alguien dando consejos que le resbalan.
@gonzalogallog