uizás has oído hablar de algo que en sicología se llama “síndrome del impostor”.
Consiste en sentirte mal por creer que no mereces elogios o reconocimientos que te brindan.
Eso puede darse en distintos ámbitos: familiar social, laboral, o en lo académico.
Suele aparecer en profesionales exitosos, o en estudiantes con excelentes notas que no se aman.
Por eso no son capaces de reconocer sus virtudes y atribuirlas a sí mismos.
Son seres que tienen que potenciar el amor propio y el bajo autoconcepto que tienen.
Amarte es sentir seguridad sobre tus capacidades y aptitudes, es valorarte y dar lo mejor.
La creencia de que “podré hacerlo bien”, influye del mejor modo en tu estado de ánimo.
Lee “El milagro más grande del mundo”.