Los placeres sencillos son servicios gratuitos y eres sabio cuando eliges disfrutarlos y compartirlos.
Se esconden en los hechos simples, no te los pierdas deslumbrado por lo grandioso, y anímate a valorarlos.
Agradece a Dios el despertar del sol, el agua que te refresca, el sabor del pan y la música que te divierte.
Da gracias por tus vestimentas y tu calzado, alégrate con las flores y con el vuelo de una mariposa.
Vive abierto al asombro y nunca dejes de maravillarte con los inventos y con tantos dones.
Es un regalo que la nevera conserve tus alimentos, el horno los caliente y el teléfono te comunique con los demás.
Sorpréndete hoy de que el jabón te limpie, el reloj te dé la hora, un pan te nutra y un vehículo te movilice.
Tu vida está llena de servicio, de prodigios y de detalles tan simples como valiosos. Apreciarlos y agradecerlos es saber vivir.
@gonzalogallog