Medio millón de dólares pagó un empresario de Pakistán para un viaje con su hijo joven al fondo del mar y a la muerte.
Cada quien es libre para gastar su dinero. Se sabe que el hijo no quería ir en el Titán por miedo.
A ese dinero hay que agregarle costo de vuelos, hotel y compra o alquiler de trajes especiales.
Oré para que ese grupo fuera rescatado con vida, pero era su momento según el Plan del alma.
Pakistán es un país con 116 millones de seres y en una gran pobreza sufre el 80%.
Sin dejar de disfrutar lo que uno se gana, hay otras maneras de gozar, y al mismo tiempo, de compartir.
Los Gates y Warren Buffet son de los más ricos del mundo y más del 90% de su capital es para lo social.
Nada es casual en el mundo y, ojalá, esta tragedia nos deje a todos buenas lecciones.
@gonzalogallog