Kevin nació en un circo y lo recibió a este mundo una partera amiga de su madre.
El papá, Ariel, era un hábil trapecista y la mamá, Kira, se desempeñaba como buena bailarina.
Su religión era el amor y, a pesar de estar en un entorno libertino, eran buenas personas.
Kevin desde niño se sintió atraído por la magia y, siendo disciplinado, triunfó en ese campo.
Admiraba al gran ilusionista y escapista Houdini, y la gente admiraba y aplaudía a Kevin.
Sin embargo, no era feliz y no hacía nada por su espíritu. Rico en la fama y pobre en el amor.
A los 32 años le diagnosticaron un cáncer de colon que lo llevó a tener presente a Dios.
Se recuperó y en sus shows lograba con respeto hablar de Dios. Hizo magia en muchas almas.
@gonzalogallog