El novelista ruso Fiódor Dostoievski nació en Moscú en 1821 y perdió a su madre a los 16 años.
El padre era despótico, duro y, al quedar viudo, se entregó al alcohol y llegó a la depresión.
El escritor, ya de 18 años, se culpó cuando el papá murió asesinado, ya que varias veces había deseado su muerte. 
Sus inicios en la literatura fueron difíciles y sólo empezó a ser reconocido cuando tenía 40 años.
A los 30 años había sido arrestado y llevado a Siberia para ser fusilado por una supuesta conspiración contra el Zar.
Estuvo preso cinco años, además sufría de epilepsia y tenía una gran debilidad por el juego.
Enterró a dos de sus hijos y, superándose, escribió grandes novelas que reflejan su vida atormentada. 
Su epitafio reza: “Si el grano de trigo cae en la tierra y no muere, queda solo, pero si muere da mucho fruto”. Juan 12,24. 
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