Oscar Wilde estuvo preso dos años en la cárcel de Reading por el “delito” de ser homosexual
Este odioso hecho lo llevó a la ruina moral y económica, el descrédito artístico y el rechazo social.     
Al recuperar la libertad Wilde tuvo que exiliarse en París y murió en el abandono y la quiebra económica. 
Su caso debe servirles, para tomar consciencia, a tantos que aún odian a los de otra orientación sexual. 
Wilde murió en 1900 pero aún hoy los que tienen una inclinación sexual diferente son discriminados. 
Hay excepciones, pero no es una elección, es una condición del ser que en nada rebaja a quien la vive.
Que el moralismo, el puritanismo o la dureza de corazón no te lleven a juzgar y condenar sin amor. 
No te aferres a un texto bíblico creyendo que están lejos de Dios. Él los ama y los acepta tal como son. ¿Tú también?
@gonzalogallog