El sabio es tolerante y respeta cada religión, pero tiene una visión particular de ellas.
Distingue muy bien entre normas y vida, el exterior y el interior, la cáscara y la pulpa.
No todos los creyentes pueden acceder al sentido interior de la espiritualidad.
Ésta requiere mucha dedicación y entrenamiento interior. Es un largo viaje con desiertos.
Hay que superar escollos y noches oscuras del alma. No es fácil, porque nada valioso lo es.
Ser espiritual pide dedicación, disciplina sanación, liberación, desapego, humildad y paciencia.
Desaparece el temor a Dios porque solo hay amor compasivo, confianza y paz en el alma.
Ser espiritual es tener una consciencia despierta para obrar bien, y así hay coherencia.
@gonzalogallog