La vida es un cotidiano aprendizaje de paciencia y tolerancia, de aceptarte y aceptar a los demás.
Y el día más apacible es aquel en el cual la tensión no te quema por querer cambiar el mundo.
En lugar de eso, decides hacer cambios en tu alma con un amor rico en respeto y comprensión.
La paciencia es tu antídoto contra la rabia y el odio, y te ayuda a ser calmado, con la bondad como inseparable compañera.
Eres firme, no dejas que te maltraten y tratas a todos con misericordia y tierna compasión.
Si tu modelo de paciencia es el Jeshua, cada día tienes más paz en el alma y menos rabia en el corazón.
Cuando eres paciente no te afectan las acciones de los demás y eres tolerante con sus errores.
Sé cada día más paciente y más amoroso. Dale ese regalo a tu alma y al universo en la siembra de la paz.
@gonzalogallog