Según la sicología, cada ser tiende a identificarse con uno o varios personajes.
Desde niño puedes buscar aprobación siendo el duro, el payaso, la víctima, el mejor o el más bonito.
No te das cuenta, pero eso va creciendo con el tiempo y es una máscara que usas.
Por lo mismo, los demás te quieren o te rechazan por la máscara, y no por lo que en realidad eres.
Para estar bien quítate las máscaras, sé tú mismo y vive tu vida, y no otra falsa y prestada.
Buscar aprobación es una muestra de amor propio precario y de vivir en función de los demás.  
Lee en internet este escrito que inspira y cuestiona:
La máscara. Gilbert Brenson. Termina así:
“Me pongo una máscara para ser amado, pero lo que más deseo lograr, es precisamente lo que impido con ella”.
@gonzalogallog