Todos los humanos nos sentimos desamparados cuando experimentamos un vértigo existencial.

Soplan vientos derrotistas, la fe está vacilante, y acaso creemos que Dios duerme o no escucha.

En el devenir de la vida, a veces solo hay un cúmulo de penas, y más preguntas que respuestas.

Si no caes en las garras del desespero, te aquietas y buscas ayuda, el sol dispersa lo nebuloso.

En lugar de pelear con el dios del que te han hablado, cuestiona las creencias para sobrevivir. 

Uno es el respetable dios de los credos que han creado los sacerdotes o líderes religiosos.

Otro muy diferente es el verdadero Dios que ama sin medida, pero respeta la libertad humana.

Lee el libro Conversaciones con Dios y te aseguro que podrás cuadrar lo que parece un rompecabezas loco.

@gonzalogallog