Dios se recrea en su creación. Si lo aceptas, Dios cocrea contigo y tú con Él. 
Dios ama y sirve a través de ti, Dios comprende, inspira, une y sana cuando tú lo haces.
Cuando te elogien, no caigas en el señuelo de la vanidad, y menos de la arrogancia.
Actúa como un simple instrumento divino, como un canal, o un pincelito que se deja llevar.
Dile al amado Dios: “Te amo, me amas, piensas con mi mente, miras con mis ojos y escuchas con mis oídos.
Hablas con mi boca, o callas si es lo amoroso, saboreas con mis labios y gozas con mi gusto
Abrazas, construyes y unes con mis manos y todo mi ser, avanzas con mis pies y amas con mi corazón”.
Que tu sendero sea de amor y humildad, de recta consciencia y pura coherencia.
@gonzalogallog