Pocos regalos te brindas a ti mismo que tengan más valor que lograr un despertar de consciencia.
No es sencillo ni fácil, porque todo lo que es importante pide esfuerzo, disciplina y dedicación.
Es muy habitual que eso se dé a las malas y con dolor o mucho sufrimiento.
No es necesario, pero el orgullo, el descuido y el bajo amor propio te mantienen enfangado. 
Hay quienes solo deciden hacer cambios en un duro duelo, en una prisión o en una UCI.
Aplazan un cambio esencial, y solo ante una saturación del sufrimiento exclaman: ¡me cansé de sufrir!
Se toma consciencia meditando, reflexionando y aceptando con humildad las propias fallas.  
Eres libre para despertar con amor o con dolor, con sabiduría, o con ignorancia y a las malas. 
@gonzalogallog