La Iglesia, supuestamente, condena realidades como la reencarnación y la astrología, ¿verdad?
Se sabe que el papa Julio II fijó su consagración en 1503 con base en cálculos astrológicos.
Y también es cierto que en los primeros siglos eran muchos los que aceptaban la reencarnación.
Y cito esto, no por polemizar, sino por insistir una y otra vez en la necesidad de ser tolerantes.
Uno trata gente estupenda sin credo y con credo, y rufianes y seres mezquinos en ambos lados.
Las creencias pueden ser una ayuda o una trampa; lo que cuenta es el amor real que vives e irradias.
Por eso es sano opinar, pero no discutir sobre temas religiosos, respetar a todos y no juzgar a nadie.
Jesús puso a un centurión, una cananea y un samaritano como modelos de fe y de amor y lo crucificaron.
@gonzalogallog