En medio de la discusión nacional sobre el futuro de la empresa Gestión Energética S.A. E.S.P. -Gensa-, como gobernador de Caldas quiero fijar con claridad y respeto la posición de mi departamento. Esta no es solo una defensa territorial, es una reivindicación de origen, de historia y de un legado de desarrollo construido con esfuerzo desde esta tierra.
Gensa nació en Manizales. El 4 de mayo de 1993 se constituyó como Hidroeléctrica La Miel S.A. E.S.P. -Hidromiel-, fruto de una visión estratégica que nació décadas atrás en la Central Hidroeléctrica de Caldas -Chec-, cuando ya en los años 60 se estudiaban en profundidad las capacidades hidroeléctricas del oriente caldense. Ese trabajo técnico, liderado desde nuestro territorio, sentó las bases de lo que hoy es una empresa nacional de energía con presencia en varios departamentos de Colombia.
Desde Caldas, Gensa ha sido ejemplo de gestión y compromiso. Ha operado con eficiencia, generando empleo, fortaleciendo nuestra economía y formando parte del grupo de empresas que nos llenan de orgullo, como lo son Lúker, la Industria Licorera de Caldas, Jabonerías Hada, Etex, Súper de Alimentos, Chec, entre otras. Empresas que no solo crean riqueza, sino que hacen parte del tejido social y cultural de nuestra región.
Entendemos y valoramos los intereses que otros departamentos, como Boyacá, tienen sobre el futuro de Gensa, especialmente por el papel que juega Termopaipa en su territorio. Es legítimo que quieran una mayor articulación con las operaciones que allí se desarrollan. Sin embargo, eso no puede significar el desarraigo de la empresa de su cuna. Cambiar el domicilio de Gensa o trasladar su gerencia central sería desconocer su historia, fracturar su estructura actual y poner en riesgo los empleos y los vínculos que se han construido desde Caldas para todo el país.
Desde Manizales se ha gestionado, con responsabilidad y visión nacional, la operación de Gensa en múltiples regiones. Hemos demostrado que desde Caldas se puede dirigir con eficacia una empresa al servicio de Colombia. Nuestra posición no es de confrontación, sino de defensa firme: Gensa debe seguir teniendo su corazón en Manizales, donde nació, creció y se consolidó como una de las joyas empresariales de la región.
Estamos abiertos al diálogo, a la participación y a la búsqueda de alternativas que fortalezcan la presencia de Gensa en Boyacá y en todos los territorios donde opera, pero sin que eso implique desmembrar su estructura ni desconocer su origen.
Defendemos con orgullo lo que es de Caldas, no por egoísmo, sino por convicción. Porque sabemos lo que Gensa representa para nuestra gente, y porque estamos seguros de que el país necesita instituciones sólidas, con raíces fuertes y vocación de servicio nacional.