La Administración Municipal con el concurso de la sociedad civil, en diferentes ejercicios de planeación estratégica como, “Estoy con Manizales” y la Fundación Luker, llegaron a la conclusión, que el desarrollo de Manizales, dadas sus condiciones ambientales, de infraestructura educativa, idiosincrasia, y formación académica, debería orientarse a hacer de la ciudad un gran territorio del saber.
El proyecto Manizales Campus Universitario, es el resultado de muchos años de brega en el cual se capitalizaron iniciativas pasadas como, Manizales Eje del Conocimiento, que venían explorándose de tiempo atrás.
Toda una base filosófica, económica y social, que requería crear las condiciones urbanas para dar soporte físico a la nueva realidad. La Visión de largo plazo del Municipio, el Plan de Ordenamiento Territorial y el Plan de Desarrollo así lo consignan.
La administración de Carlos Mario Marin contrató a la Universidad Nacional, quien seleccionó, de entre sus más destacados profesionales, el equipo interdisciplinario, que tendría a su cargo diseñar la estructura urbana del proyecto “Manizales Campus”.
La Sociedad Colombiana de Arquitectos regional Caldas, hizo la veeduría de estos trabajos, en tanto, su misión no es otra distinta que la salvaguarda de la ciudad.
El mayor énfasis se puso en la calidad del Espacio Público, este es el indicador del grado de civilización alcanzado por una determinada sociedad, fue así como se cualificaron lugares urbanos que habían sido arrasados por el “progreso”; se diseñaron ciclo vías, parques, explanadas y alamedas, como los parques de Fundadores y la Gotera, la explanada del Cable, la ciclo vía que va desde la Universidad de Manizales hasta el oriente de la ciudad. En suma, una transformación cultural en ciernes, dada la nueva manera de CÓMO HABITAR LA CIUDAD.
El bulevar de la 48 y de la calle 19, el parque frente al SES, son tan solo un trozo de la gran estructura, una parte del todo.
Hacia mucho tiempo no veíamos en Manizales, me refiero a los proyectos construidos arriba citados, obras de tan alta calidad en el diseño, especificaciones y factura.
Parte fundamental complementaria de este proyecto, a mi juicio, la obra más importante emprendida en la actualidad, es la Línea 3 del Cable Aéreo, una obra con enorme responsabilidad regional, metropolitana y urbana, que con su indiscutible acento estudiantil, ratifican la vocación de ciudad universitaria.
A cargo de Ideas Más y un idóneo grupo de profesionales, con intachable hoja de vida, viene ejecutándose conforme a una impecable y rigurosa planeación. Aquí vale la pena detenerse, pues este ha sido el blanco preferido de los “tira piedras”, para exponer el proceso surtido por el proyecto y recalcar que a diferencia de los otros y dado el sistema utilizado para la contratación, ha seguido su rumbo sin tropiezos. Traer al presente el estudio de factibilidad, del cual dependía la apropiación de los recursos y su aprobación por parte del Honorable Concejo Municipal, contratar con Ideas Más, preparar, abrir y calificar las dos rondas de la licitación internacional para la adquisición de los equipos electromecánicos, sin los cuales no se podía avanzar con los diseños, todo ello ha requerido justamente del tiempo empleado. Es por todo esto que las obras civiles iniciaron en marzo de este año, simultáneamente, en Vipiteno, Italia, se fabrican los equipos electromecánicos los cuales están a punto de llegar al país.
Además, el diseño arquitectónico de las estaciones es resultado de un concurso, en el cual fue seleccionado el arquitecto, quién dio muestras de ser el que mejor garantía de calidad podía ofrecerle a la ciudad.
Temerarias afirmaciones buscan tergiversar la realidad de los proyectos, motivadas en una atrabiliaria oposición al alcalde, pierden credibilidad, por falta de objetividad ponderación y ecuanimidad, cuando no, de respeto. Usar como argumentos para reprochar los proyectos echando mano de comodines hartamente explotados, como la falta de planificación; hay proyectos más importantes o prioritarios, están mal diseñados, no son rentables, todas ellas suenan a patadas de ahogado que en nada contribuyen al bienestar de la sociedad, por el contrario, crean malestares, oposiciones, o dudas innecesarias. Es cierto, aún no contamos con un plan integrado de transporte, la socialización de los proyectos ha sido torpe, la credibilidad fue despilfarrada, pero también es necesario estar libre de prejuicios si de oponerse responsablemente, se trata. En cambio es necesario velar porque estas intervenciones se realicen con vocación de perennidad e inmejorable calidad en su ejecución.
Es Manizales y su proyecto de futuro el que está en juego.
PD. Doy fe de todo lo que he dicho.