Este lunes, 15 de diciembre, viviremos un momento decisivo para la historia de Caldas y del Eje Cafetero: la adjudicación del contrato de las obras lado aire del Aeropuerto del Café. No es solo un hito administrativo; es la confirmación de que, como región, insistir, persistir y nunca dejar de intentarlo es el camino para materializar los proyectos que transforman territorios y generan futuro.

Durante años, Aerocafé enfrentó discusiones jurídicas, revisiones técnicas y obstáculos institucionales que retrasaron su avance. Hoy, gracias al rigor de los procesos adelantados, al fortalecimiento de la gobernanza y al cumplimiento de todos los requisitos exigidos por los entes de control, la región puede afirmar que el proyecto entra en una fase crucial: la construcción de su pista.

Llegar hasta este punto ha requerido superar innumerables retos. Hemos afrontado con éxito las exigencias técnicas de la Aerocivil, que implicaron actualizaciones, precisiones y procesos rigurosos para obtener la licencia de construcción. Antes de ello, atendimos los desafíos ambientales con Corpocaldas, cumpliendo estrictamente los requerimientos de licenciamiento; gestionamos los acuerdos con los propietarios de las zodmes (zonas de depósito de material de excavación); avanzamos en la gestión predial; cumplimos con todos los requerimientos en materia de arqueología y superamos uno de los hitos más importantes: la firma del convenio marco con ISA para la subterranización de las líneas de media tensión que hoy atraviesan la pista; y aseguramos que cada decisión fuera coherente con las mejores prácticas ambientales y con el interés general.

Otro logro determinante fue la actualización del Plan Básico de Ordenamiento Territorial de Palestina, adoptado en diciembre del 2023 tras 15 años sin actualizarse. Este Plan se convirtió en un soporte estratégico para garantizar una planeación territorial moderna, alineada con la vocación aeroportuaria y con el crecimiento ordenado de la región. En materia financiera alcanzamos un hito histórico: el cierre financiero del proyecto mediante la estructuración de la ficha BPIN y la expedición del CONPES 4140 en noviembre del 2024, en el que el Gobierno Nacional ratificó la importancia estratégica de Aerocafé para la conectividad regional, la competitividad del país y su potencial turístico internacional.

Pero nuestra tarea no concluye aquí. Hoy avanzamos firmemente en el nuevo reto: la consecución de recursos para el lado tierra. Contamos con una herramienta clave, el Plan Parcial La Nubia (aprobado en diciembre del 2023), que abre una ventana financiera para estructurar la terminal aérea. A ello se suman los acercamientos con inversionistas nacionales e internacionales, quienes ven en Aerocafé un proyecto sólido, seguro y con enorme potencial económico. Esta confianza se fortalece con el reconocimiento de ONU-Hábitat, que destacó a Manizales como la mejor ciudad para vivir en América Latina, reafirmando el atractivo de nuestro territorio.

Nuestro compromiso va más allá del corto plazo. En Aerocafé mantenemos viva la visión que dio origen al proyecto: un aeropuerto con una pista larga, alcance internacional y proyección interoceánica, capaz de conectar al Eje Cafetero con el mundo. Aspiramos a materializar, en el mediano y largo plazo, una pista de 3.800 metros, que permita operaciones de gran alcance y que consolide a la región como un punto estratégico en la red aérea global. Esta visión está respaldada por una validación técnica internacional financiada con recursos del Gobierno del Reino Unido a través de CAF, y desarrollada por la Unión Temporal ARTEC – KPMG (UTAK), que evaluó la factibilidad de un aeropuerto de escala mayor, con proyección intercontinental y con capacidad para transformar la conectividad del país.

Ese estudio riguroso confirma que sí es posible y que, con disciplina y persistencia, esa será la verdadera medida del éxito del megaproyecto Aerocafé.

Hoy más que nunca debemos recordar que soñar se vale. Que las metas más ambiciosas se logran cuando insistimos, persistimos y nunca dejamos de intentarlo. Y que juntos como región y como nación construiremos el aeropuerto que Colombia merece y que transformará para siempre el futuro del Eje Cafetero y el suroeste de Antioquia.