Julián Escobar * www.drjulianescobar.com

 

La epicondilitis es una inflamación por esfuerzo repetitivo en el movimiento del codo. Es que los tendones externos y/o internos pueden lesionarse en su unión al codo (el epicóndilo, de ahí su nombre).

Esta lesión esta asociada a un sobreúso o esfuerzo de esta parte del cuerpo, lo que puede ser ocasionado por el deporte, especialmente, por aquellos de raqueta o el golf. Sin embargo, es usual por montar en bicicleta o por la exposición prolongada en trabajos de vibración o fuerza constante.

Pasa porque los tendones, en su origen, sobrepasan su capacidad para adaptarse a las tensiones. Esto genera dolor e inflamación en una primera etapa; y llegan incluso a desgarros o atrofia (adelgazamiento), en una segunda.

La epicondilitis también lleva a la hipersensibilidad en la región externa y/o interna. El dolor referido, en tanto, puede desaparecer con el reposo. Tenga en cuenta que si se mantiene la exposición al riesgo, el dolor acaba siendo constante y provoca impotencia funcional en los movimientos del codo, antebrazo y muñeca.

Prevenga esta condición:

 

• Evite las posturas prolongadas de extensión de muñeca, debido a que ello contribuye al acortamiento de la musculatura que se inserta en el epicóndilo.

• Dígale no a los movimientos forzados del codo, ya que ello aumenta la tensión de los tendones que se insertan en el epicóndilo.

• Realice ejercicios de calentamiento previo y elongaciones de los grupos musculares del codo, antes y después de realizar deporte y/o la jornada de trabajo.

• Como alternativa y en casos puntuales (siempre indicados por especialistas), utilice una codera o muñequera en las actividades que supongan una sobrecarga excesiva de los tendones de la región del codo.

 

Tratamiento

El tratamiento inicial pasa por identificar la causa, modificarla y mejorar las posturas en los distintos entornos. La invitación, en episodios de dolor intenso, es a consultar al médico para que este formule antiinflamatorios orales y/o la aplicación de hielo local por periodos cortos de tiempo.

La rehabilitación se da mediante fisioterapia y/o terapias de ondas de choque. Cuando a pesar del tratamiento médico y la fisioterapia no se resuelve el dolor y la inflamación, el especialista puede realizar una infiltración (inyección) con corticoides en el punto de dolor. Actualmente se estudian resultados con el uso de ortobiológicos (células de su propio cuerpo para sanar el tendón).

No tienen recomendación infiltraciones consecutivas con esteroides, porque pueden atrofiar o romper el tendón. La cirugía está reservada para los casos más persistentes (crónicos).

 

* Cirujano de mano y miembro superior. Ortopedista y traumatólogo.