La tendencia predominante en el mundo actual, indiscutiblemente, consiste en la reducción del uso del dinero en efectivo para dar paso a las transacciones digitales. Son incontables los beneficios que ello trae para la economía: fomenta la formalización, fortalece el control tributario, combate la corrupción y las actividades ilícitas, e impulsa el acceso al crédito, especialmente en poblaciones rurales o marginadas. Las tarjetas de crédito y débito, transferencias a través de la web, aplicaciones para celulares, compras por internet, billeteras digitales, entre tantas otras opciones, comprueban lo dicho.
Pero son varios los obstáculos que enfrentan las transacciones digitales en Colombia y que plantean serios interrogantes: ¿Qué tal el odioso 4x1.000 al que tantas personas le hacen el ‘quite’? ¿Cómo le parece la tasa de usura, que deja por fuera de la bancarización a tantas personas? ¿Qué tal el 56% de informalidad en la economía colombiana? ¿Qué opina del alto costo asociado a las transacciones bancarias? ¿Y qué tal las elevadas cuotas de manejo, tarifas (y tiempos) exorbitantes para envíos interbancarios que desalientan el uso frecuente de medios digitales?
Por todo ello hay que destacar la invaluable tarea que viene desarrollando el Banco de la República para contribuir activamente a la solución de este problema, a partir de la implementación de un sistema público de pagos inmediatos que comenzará a operar en la segunda mitad de este año, si todo sale bien. Este mecanismo permitirá a todos los colombianos transferir fondos, desde y hacia cualquier banco, de manera casi instantánea, los 7 días de la semana y las 24 horas del día, sin costos adicionales y respaldado por la solidez del Banrepública.
El sistema se denomina Bre-B y opera a partir de una “llave” personal para simplificar las transacciones. Esta llave puede ser de cuatro formas, a gusto de cada cual: número celular, cédula, correo electrónico o un código alfanumérico. Ya no será necesario “grabarse” el dispendioso consecutivo de la cuenta de ahorros para efectuar la operación. Lo único que deberá hacer para que alguien pueda transferirle dinero será “darle la llave” y listo.
Bre-B hará posible que todas las entidades financieras operen, obligatoriamente, con las mismas reglas de juego y las mismas condiciones para las transferencias inmediatas. Solo bastará con entrar a la App del banco, cualquiera que sea, elegir la opción “transferir con Bre-B”, ingresar la llave de la persona a quien le transferirá y listo, en no más de 20 segundos el dinero quedará depositado.
Aunque dicho sea de paso, algunas instituciones financieras ya han avanzado significativamente en este propósito tales como ACH Colombia, Bancolombia, Banco de Bogotá, entre otros; es indispensable que el lanzamiento de Bre-B se acompañe con una gran campaña de pedagogía.
Si de verdad Colombia aspira a modernizar su economía, la interoperabilidad bancaria y la reducción efectiva de costos transaccionales son condiciones ineludibles. El éxito de Bre-B será un paso clave hacia un futuro menos dependiente del efectivo, más transparente y, en definitiva, más inclusivo. Ya es hora de ‘jubilar’ de una buena vez el efectivo.