Con un gobierno que quiere cambiar todo de la noche a la mañana y de forma radical, es fundamental que las instituciones constitucionales, especialmente lo que se llama pesos y contrapesos, actúen para evitar lo que los franceses llaman “dérapage”, es decir, cambios imprevistos e incontrolados. Sí que requerimos que los pesos y contrapesos de nuestro andamiaje jurídico funcionen, y funcionen bien. La Fiscalía ha sido una, otra el Consejo de Estado, esperamos que la Corte Constitucional sea el gran muro de protección.
La Fiscalía General de la Nación ha estado muy vigilante de los marcos normativos para la Paz Total y de las órdenes concretas que ha expedido el gobierno, como el levantamiento de las órdenes de captura. Y ha sido juicioso el análisis jurídico de los distintos aspectos que han hecho el señor fiscal y su equipo. Ha sido claro y también propositivo. Como el señor fiscal ha dicho, no se trata de entrabar las cosas, sino de buscar las mejores soluciones que eviten pasar por encima de los principios constitucionales.
Otro ejemplo interesante ha sido el Consejo de Estado que recientemente suspendió provisionalmente el decreto de intervención de tarifas del sector eléctrico, además por cuestiones de trámite, como por el fondo del decreto: “La función de regulación del régimen tarifario de los servicios públicos fue asignada por el Constituyente de manera directa y expresa a las comisiones de regulación de los servicios públicos, por lo que el Presidente de la República no podía reasumir funciones que no son de su competencia”. Más allá de una cuestión jurídica propiamente dicha, lo que hay que resaltar es que el trabajo de legalidad que le corresponde al Consejo de Estado funcionó y lo hizo oportunamente. La independencia de los miembros de la Rama Jurisdiccional con respecto a la Rama Ejecutiva es vital en una democracia. Evita los autoritarismos y excesos de los gobernantes.
Un tercer ejemplo será en las sentencias de constitucionalidad por donde pasarán las reformas del Gobierno una vez aprobadas por la Rama Legislativa. La reforma tributaria ha recibido muchas demandas, las siguientes reformas seguramente irán a parar a la Corte Constitucional. Este tribunal ha mantenido una línea de independencia muy interesante, lo que ha permitido una verdadera evolución de la protección de los derechos fundamentales, que en efecto han visto una creciente defensa de los ciudadanos.
Esta dinámica de los pesos y contrapesos, o de “checks and balances” como dicen los anglosajones, es fundamental para el ejercicio equilibrado del poder y para la defensa de los derechos individuales. El concepto se atribuye comúnmente a los filósofos políticos del siglo XVIII, como John Locke y Montesquieu, quienes defendían la separación de poderes en un sistema político, y se ha convertido en un elemento fundamental para las democracias modernas. En el fondo lo que está en juego es la defensa de la libertad y de los derechos. Y la protección frente a abusos que puedan cometer los gobernantes.
El poder distribuido y equilibrado evita la presencia de gobiernos autocráticos, tan peligrosos porque terminan hiriendo a las democracias. Que los equilibrios que generan los pesos y contrapesos sean efectivos es uno de los secretos para poder contar con regímenes democráticos estables.