La ciencia, la tecnología y la innovación son, sin duda, pilares fundamentales para el desarrollo territorial, pues a través del conocimiento es posible transformar las condiciones sociales, diversificar la economía y promover la sostenibilidad.
La Constitución Política de Colombia, en su artículo 71, establece que el Estado debe fomentar y promover el acceso a la ciencia, responsabilizando directamente a los gobiernos para construir políticas públicas que fortalezcan este sector. En el 2019 se creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, con el objetivo de liderar la transformación del país desde el conocimiento; sin embargo, el presidente Petro ha debilitado esta institucionalidad mediante recortes financieros reiterados.
Para el 2026, por tercer año consecutivo, el presupuesto de esta cartera será reducido, y según la propuesta del Ministerio de Hacienda, la disminución alcanzará el 54,7% con respecto al presente año.
En Caldas, se estableció como estrategia de CTeI, la puesta en marcha del Parque Tecnológico, una megaobra de 9.200 metros cuadrados y una inversión superior a los 42.000 millones de pesos, ubicado en el municipio de Villamaría, siendo una promesa científica, para sofisticar los procesos productivos y generar bienestar social a través del conocimiento; demorándose su construcción más de 20 años, pero una vez finalizada no se identifica una visión clara para atraer instituciones y personal idóneo para cumplir con el objetivo de su creación.
La comunidad académica del departamento tenía la expectativa de que este Parque se convirtiera en un epicentro de innovación, un espacio en el cual se generaran nuevas invenciones y se fortaleciera el ecosistema de ciencia y tecnología.
Pero lo que se identifica es que la Gobernación ve en esta edificación una nueva sede administrativa, y en vez de promocionar la llegada de empresas de base tecnológica se están trasladando dependencias; por ejemplo, ya se instaló la Oficina de Tránsito de Caldas, que realiza una importante labor, pero no en el componente científico.
La innovación en la Gobernación de Caldas quedó en el nombre de una Secretaría, con una oficina con escaso respaldo institucional y presupuestal.
Hace dos años la Asamblea aprobó la ordenanza 086, denominada la política pública de CTeI "Caldas equitativa, productiva y sustentable: Conocimiento y Educación para el desarrollo”, una estrategia producto de la participación de la academia, los empresarios, el gobierno y las comunidades, pero que si no se realiza un control efectivo estará destinada a convertirse en un documento más, sin incidencia en las apuestas de desarrollo regional.
Es urgente que la comunidad académica levante la voz, no solo para exigir coherencia en las acciones del Gobierno departamental, sino también para promover un ecosistema que transforme realidades territoriales.
Los municipios caldenses requieren mejores laboratorios, mayor cobertura a internet, cualificación docente en CTeI, creación de grupos de investigación, incremento de procesos asociados a la inteligencia artificial, entre muchos otros.
No puede ser que el enfoque de la Gobernación sea solo entregar computadores traídos de Bogotá y favoreciendo a sus aliados políticos, realizando un espectáculo solo para buscar beneficios electorales. Construir ciencia es más que levantar paredes, es sembrar conocimiento; es hora de retomar el propósito por el cual fue construido el Parque Tecnológico de Caldas.