Qué fácil se recompuso Once Caldas. Aprovechó las debilidades de un flojo rival al que

derrotó sin inmutarse, por un marcador que debió ser más amplio, en una tarde inspirada de

Dayro Moreno, y recuperó el liderato, la imagen y la confianza de sus seguidores.

Se impuso desde el pitazo inicial. Acertó Herrera con una decisión que debió tomar hace rato: titulares Robert Mejía y Lucas Ríos, verdaderos refuerzos. Con ellos, más Aguirre, Sergio Palacios, Patiño, Mateo, Dayro y Michel Barrios se extracta lo mejor de la nómina.

Ganó en ideas, visión y juego con el volante argentino, de quien inexplicablemente todavía habla de que le falta acondicionamiento físico (lleva mes y medio en la ciudad). Y pensar que los de antes llegaban, a los ocho días actuaban, y eran figuras. Al fútbol le sobra verso.

El visitante ofreció poco, Once Caldas lo arrolló y la obligación era esa después de los vacíos en la derrota contra Patriotas, que generaron dudas. Al menos, por ahora, se aprecia un plantel interesante. La suficiencia de la nómina se fijará con el tiempo.

Al decidir se arriesga y en ocasiones hay injusticias, caso Alejando García, marginado en etapa brillante de su carrera, y hasta el mismo Iván Rojas. Es labor del cuerpo técnico mantenerlos a tono y compromiso de ellos luchar por recuperar sus plazas.

Esto refiere el buen momento de Once Caldas. Del club que sostenía a Gustavo Torres porque no había más o que no sabía quién era su extremo izquierdo, se pasó a un grupo sin mayores oportunidades para juveniles en formación como Araújo, Beltrán, Stalin Valencia o Montaño.

Jaguares ratificó en Palogrande porqué cambió de técnico (‘Pánzer’ Carvajal por Néstor Craviotto), porqué en siete juegos de liga no ha hecho un solo gol y porqué es candidato a perder la categoría. Discreto equipo, en el que sólo sobresalió el portero Giovanni Banguera.

Problema de ellos, no de Once Caldas que hizo lo necesario para ganarle, en una jornada tranquila que permitió elevar las estadísticas. Tampoco es para lanzar campanas al vuelo, porque fue demasiado cómoda la noche y los Jaguares fueron unos ‘gatitos’. Ahora se

vienen Pereira, Millonarios y Cali, que pueden ser a otro precio.

El triunfo sirvió para volver al primer lugar con 16 puntos de 21 disputados, aumentar la cuota en reclasificación a 53 unidades, sumar 10 goles a favor por cinco en contra en 7 fechas, y convertir el Palogrande en un fortín, tras alcanzar su cuarto éxito consecutivo en casa.

Destacables, igualmente, los niveles individuales: retornó el Dayro Moreno activo, no el alegón, metido en el circuito, participando en las acciones ofensivas y con la solidaridad de sus compañeros que lo buscaron siempre. Tan buena fue su labor, que hasta recibió el beneficio del juez que le otorgó un clarísimo autogol.

Dayro estableció nueva marca: 230 goles por liga, seis más que los 224 de Galván, 20 fechas después de lograrlo ante Medellín en el primer semestre. Fueron sus dos primeras conquistas en este campeonato y completó 13 en el año. El ‘devorador de redes’ llegó a 339 como artillero colombiano, récord en poder de Víctor Aristizábal (346) seguido por Falcao García con 345.

Todo esto es efecto de la positiva campaña en manos del Arriero, con un gran presente y venturoso porvenir, que ilusiona y va marcando un derrotero hacia el principal objetivo de temporada, que es ganar una casilla internacional por Colombia a torneos de Conmebol.

Hasta la próxima...