Cuando llegó a Manizales recuerdo que en redes publicó una foto suya en la que lucía un buso de Once Caldas -aún jugaba con Envigado- y en la leyenda hacía alusión a que era su sueño cumplido. Hablo de Joan Parra, el portero de 24 años, nacido en el Peñol, suplente de James Aguirre y héroe en el empate del domingo ante Nacional.

Se desquitó. El fútbol ofrece revancha en cada encuentro y le tocó al joven golero paisa que evitó seis claras opciones de gol y fue la figura, no del partido, de la primera fecha de los cuadrangulares. Estuvo inspirado, la sacó con los manos, con los pies, con el cuerpo, siempre en el sitio preciso y con reflejos felinos.

Recién vinculado fue titular contra el mismo Nacional la tarde de la goleada 4-0 comenzando la Liga, y luego repitió en el 1-2 con suplentes frente a Alianza FC en Palogrande. En ambas ocasiones se vio comprometido sin que haya sido responsable directo, aunque no transmitió la sensación de seguridad que acostumbra James Aguirre.

Cuando, ingenuamente, Aguirre se hizo mostrar la quinta amarilla por tirar un balón al campo en el duelo con Cali se escucharon voces de preocupación por los antecedentes previos de Parra con Once Caldas, lo que, sumado a las lesiones de los defensores, el extenuante viaje a Brasil y la falta de alternativas, oscurecieron el panorama.

Nadie contaba con qué Parra, afectado por los resultados más que por sus presentaciones, hiciera lo que hizo. Tras trámite parejo, en la última acción del período inicial salvó su pórtico y se fue limpio al vestuario al parar un remate frontal de Alfredo Morelos a cobro rasante de Billy Arce. Fue la primera, luego vendrían cinco más.

El complemento fue todo verde. Kevin Viveros de frente, Juan Zapata de media distancia, otra pelota quieta de Billy Arce y un mano a mano sobre Camilo Cándido, aparte de que el palo fue su aliado a un disparo de Marino Hinestroza. Fueron 6 remates directos de Nacional de 23 intentos a portería para una calificación casi perfecta.

Excelente por Joan Parra, necesitaba una jornada como la que tuvo para que se valoraran sus condiciones, y una prueba más de la magia que tiene Néstor Mario Marín para preparar sus hombres del arco. James Aguirre también anda fenomenal, así a veces lo traicione su temperamento y ese espíritu pendenciero lo lleve a convertirse en un buscapleitos.

Concluido el juego en el Atanasio Girardot las cámaras enfocaron a Parra largo rato, todos lo abrazaron, inclusive sus rivales, entre ellos el legendario David Ospina, demostración de lo que fue su día, inolvidable y maravilloso, para un 0-0 sufrido en el que se apreciaron las diferencias entre nóminas y el peso individual que tienen los verdolagas.

Pudo ser goleada, y terminó en empate. Ejemplar comportamiento de los improvisados Castaño-Rodas, y Patiño concentrado. Atrás se soportó el cero, y no hubo propuesta ofensiva, la que tuvo Luis Palacios la definió horrible y los demás no pesaron. No sé de dónde sacó el Arriero que el partido lo pudo haber ganado: Nacional fue infinitamente superior.

Difícil pronosticar hasta donde llegará este Once Caldas. Los cuestionados suplentes fueron determinantes, y lo hecho hasta ahora es suficiente considerando lo reducido del plantel y la escasez de figuras desequilibrantes. Esta vez apareció el ángel salvador en un equipo batallador, con cuerpo, que está conformado por verdaderos amigos.

Hasta la próxima.

Mario César Otálvaro