Recientemente fue publicado el Índice Departamental de Competitividad el cual es elaborado cada año por la Universidad del Rosario y el Consejo privado de competitividad con el fin de promover políticas públicas que propendan por el desarrollo, la productividad y el crecimiento económico de las regiones.
La calificación que realiza el Consejo, y que se basa en los referentes del Índice Global de Competitividad trazados por el Foro Económico Mundial, evalúa particularmente 13 pilares o variables fundamentales siendo los más destacados salud, educación, infraestructura, entorno para los negocios y sostenibilidad ambiental, entre otros.
Caldas ocupa una buena posición en el balance general de competitividad, ya que en el informe de este año se ubica en el séptimo lugar entre los 32 departamentos y el Distrito Especial de Bogotá el cual también se incluye y alcanza precisamente el primer lugar en este ranking seguido por Antioquia, Santander, Risaralda, Atlántico y Valle en su respectivo orden.
A pesar del honroso séptimo lugar que ocupa nuestro Departamento en la calificación general, al analizar en detalle cada uno de los pilares evaluados resulta bastante preocupante el grave, continuo y nefasto deterioro del indicador de sostenibilidad ambiental ocupando el deplorable vigésimo séptimo lugar entre todos los territorios analizados.
En los años subsiguientes al 2010 Caldas ocupaba en este factor posiciones mucho más decorosas que se encontraban en la media de los demás departamentos en lugares 16,17 y 19 y presentaba un mejor resultado que el de los últimos cinco años donde ha ocupado los puestos 24,26,29 y en el año 2022 el puesto número 27, es decir, a tan solo cuatro o cinco pasos de los últimos lugares ocupados por los departamentos de Choco y San Andrés.
Resulta evidente entonces que nuestro departamento viene retrocediendo y perdiendo posicionamiento en el indicador de competitividad y sostenibilidad ambiental, lo cual necesariamente debe generar una profunda reflexión sobre las causas de este deterioro y las acciones que han conducido a tan lamentable panorama, siendo precisamente la sostenibilidad y el componente ambiental el objetivo más importante del Pacto Global y de la agenda 2030 establecida por las Naciones Unidas.
Pareciera pues que Caldas va en contravía de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y ante esta situación es preciso cuestionar la gestión de nuestro gobierno local al respecto e indagar exhaustivamente el papel que vienen desempeñando en este adverso resultado la Corporación Autónoma Regional de Caldas Corpocaldas al igual que todos los alcaldes del departamento y otras autoridades de la región.