Esta semana en el Consejo de Ministros -otra vez televisado- el presidente Petro aseguró que no existe un problema de violencia en Colombia. Sostuvo que somos un ejemplo a nivel mundial.
Petro no le mostró al país que en lo corrido de su Gobierno se han presentado 32 mil 800 casos de extorsión, un aumento del 56% comparado con el mismo periodo del Gobierno Duque. Tampoco presentó la gráfica que muestra que el país ha tenido 851 secuestros desde su posesión, un aumento del 96%. También le faltó decir que hemos tenido 2 mil 373 actos de terrorismo, un aumento del 54%.
O que llegamos a 717 casos de trata de personas, un incremento del 118%. Ni que en su Gobierno se han tenido 36 mil 1 homicidios intencionales, un aumento del 9,5%.
La situación de la Fuerza Pública es lamentable. En el primer trimestre del 2025 asesinaron a 41 de sus miembros. Un aumento del 117% comparado con el 2024. A nuestros policías y soldados en Bogotá se les dio la orden de no usar prendas que los identifiquen en horarios no laborales por el “Plan Pistola” del Clan Golfo.
Un último informe mostró que en el primer año y medio del Gobierno Petro los hombres en armas ilegales alcanzaron los 17 mil (un aumento de 3 mil 587 hombres), que supera todo el Gobierno Duque que criticó Petro duramente. Si se aplicara el mismo racero, le sería difícil sostenerse.
La Defensoría del Pueblo alertó que la violencia ya afecta a 809 municipios, el 74% del país con 11 focos que incluyen Nariño, Cauca, Antioquia, Sierra Nevada, Perijá, Magdalena Medio, Tolima, Putumayo. El presupuesto en seguridad no es suficiente.
Un informe del Ministerio de Defensa reveló que la Fuerza Aeroespacial solo tendría recursos para operar hasta junio del 2025. Para el 2024 se tenía el 59% de las aeronaves de la Policía en tierra, el 25% de la Fuerza Aérea, el 34% del Ejército y el 21% de la Armada.
Da vergüenza saber que nuestros batallones han tenido problemas hasta para pagar los servicios públicos. Otra vez, nos encontramos con vehículos sin gasolina, municiones vencidas, helicópteros varados…
Ahora el Gobierno dice que va a hacer un área de despeje en Tibú, el municipio con mayor extensión del departamento del Norte de Santander, luego de que su acción en el Catatumbo fuera un tremendo fracaso con todo y decretos de conmoción interior. Parecía más bien diseñada para entregarle el área al Eln.
Primero denunció que los guerrilleros habían pasado por Venezuela y luego dijo que cooperaría con el régimen de Maduro que protege a los criminales para un plan conjunto.
Petro anunció para el Catatumbo un programa con las mismas fallas del PNIS que aumentó el asesinato de lideres sociales en un 546%.
Petro renunció a hacer política antidrogas. La incautación de cocaína solo equivale al 28% de la cocaína producida. En el Gobierno Duque era del 48%, al final del Gobierno Uribe fue del 37%. La cifra de este Gobierno es la más baja en 14 años.
Estamos en una cifra escalofriante de producción de cocaína llegando a 2 mil 600 toneladas métricas al año (en la época de Escobar eran 500). Acabó la erradicación, apagó la UIAF.
El presidente afirmó que “Colombia es un país relativamente exitoso en salir de la violencia”; lo fue en el Gobierno Uribe; la antítesis de lo que Petro representa.
Todo lo demás, lo de darle beneficios a los violentos e impunidad, ha probado no servir sino para reciclar la violencia con otros nombres.